Conecta con nosotros

Resto del mundo

Exastronauta de la NASA irá a la cárcel tras declararse culpable de matar a dos niñas en un accidente automovilístico

Un exastronauta de la NASA, James Halsell, acusado por la muerte de dos niñas en un accidente automovilístico, fue condenado a cuatro años de prisión tras declararse culpable de dos cargos de homicidio involuntario y dos de agresión, durante una audiencia realizada este jueves en el estado de Alabama (EE.UU.), informan medios locales.

Según los documentos judiciales, el excomandante del transbordador espacial estaba supuestamente bajo la influencia de drogas o alcohol cuando, al conducir por el condado de Tuscaloosa en 2016, chocó contra un vehículo en el que se desplazaba una pareja con dos niñas. Niomi Deona James, de 11 años, y Jayla Latrick Parler, de 13 años, resultaron muertas. El padre de las niñas y una mujer quedaron heridos pero pudieron ser salvados.

Poco antes del accidente, Halsell había consumido una botella de vino y pastillas para dormir. Su abogado aseguró que durante el tiempo transcurrido desde entonces «siempre ha reconocido su responsabilidad por el trágico accidente».

Si bien el acusado pudo haber recibido 20 años de prisión por cada cargo de homicidio involuntario y 10 años más por cada cargo de agresión, un juez acogió un acuerdo de culpabilidad y lo condenó a cuatro de cárcel más otros 10 de libertad condicional.

Tras el veredicto, los familiares de las víctimas expresaron su inconformidad y reclamaron que «no se está haciendo justicia». Latrice Parler, madre de las niñas, manifestó que las disculpas del exastronauta no parecían sinceras, mientras que el padre, Pernell James, sostuvo que debería haber recibido el castigo máximo.

Por su parte, el fiscal Hays Webb dijo a AP que se opuso al castigo más leve y que en este caso «no hubo ganadores». «Sirve para recordar que hay una línea muy fina. Tienes a alguien que ha estado en el espacio cinco veces y, por una mala decisión suya, acaba matando a dos chicas», reflexionó.

México

Posibles operaciones militares de Trump contra cárteles en México generarían consecuencias desastrosas, advierten expertos

Analistas en temas de seguridad y de la relación bilateral entre México y Estados Unidos alertaron que los planes del gobierno de Donald Trump para emprender acciones militares contra cárteles mexicanos serían interpretados como un acto de agresión y podrían provocar efectos contraproducentes de gran escala, además de partir de un diagnóstico equivocado sobre cómo operan estos grupos criminales.

De acuerdo con un reporte del periodista independiente Ken Klippenstein, la administración estadounidense prepara para mediados de septiembre una estrategia que incluiría operaciones en territorio mexicano bajo la orden directa del presidente Trump.

Geoffrey Corn, director del Centro de Derecho y Política Militar de la Texas Tech School of Law, advirtió a Newsweek que cualquier incursión sin consentimiento de México violaría la Carta de la ONU y el derecho internacional. “Estados Unidos alegará defensa propia, pero este derecho solo aplica ante un ataque armado real o inminente, no frente a actividades de grupos no estatales que generan daño, como es el caso de los cárteles”, explicó.

La intención surge tras la designación de varias organizaciones criminales como Terroristas Extranjeros (FTOs) en febrero. El Pentágono, a través de su vocero Sean Parnell, reiteró que estos grupos representan una “amenaza directa” para la seguridad nacional y señaló su responsabilidad en la violencia hemisférica, el tráfico de drogas y la desestabilización económica.

No obstante, especialistas advirtieron que un operativo militar sería inviable y riesgoso. David Mora, analista senior para México en el International Crisis Group, destacó que el narcotráfico funciona mediante redes pequeñas y dispersas, con laboratorios improvisados en ciudades como Culiacán. “Un ataque con drones sería extremadamente peligroso; y si se tratara de capturar a un líder, quizá sonaría a victoria política, pero la experiencia demuestra que esto solo incrementa la violencia”, apuntó.

Cecilia Farfán-Méndez, directora del Observatorio de Norteamérica en la Global Initiative Against Transnational Organized Crime, coincidió en que la estrategia confunde los fenómenos de migración y violencia. Recordó que la designación de los cárteles como terroristas podría reforzar solicitudes de asilo, pues la violencia genera desplazamientos internos que eventualmente llegan a la frontera. “Una intervención militar estadounidense detonaría más migración, justo lo contrario a lo que busca la administración Trump”, advirtió.

Los expertos coincidieron en que las medidas, además de carecer de sustento jurídico, pondrían en riesgo la relación bilateral y tendrían un enorme costo político para la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum. Mora recalcó que cualquier acción unilateral sería vista en México como una invasión: “Imagina el lema: ser la presidenta bajo cuyo mandato Estados Unidos volvió a invadir México. Políticamente sería devastador”.

Datos de la Comisión de Sentencias de EU muestran, además, que el problema del fentanilo no se reduce a actores extranjeros: en 2024, el 83.5% de los sentenciados por tráfico de esta droga eran ciudadanos estadounidenses.

En opinión de Corn, el riesgo central es que la Casa Blanca pretenda usar la fuerza militar como solución universal: “Cuando piensas que tu mejor herramienta es un martillo, todo problema empieza a parecer un clavo. El narcotráfico no es un asunto que se resuelva con ataques militares”.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto