Segundos de incómodidad y risa vivió Gibrán Ramírez, politólogo, al ver que durante la transmisión del programa “La hora de opinar” de Leo Zuckerman, se pudo observa a una mujer saliendo con la blusa abierta, por lo que Gibrán inmediatamente intentó taparla ante cámara y ella regresó rápidamente al cuarto.
Durante la transmisión del programa de Leo Zuckerman, transmitido el primero de junio, un participante de la mesa de los martes, Carlos Bravo, se encontraba exponiendo su análisis de las campañas cuando se observó, por la cámara que transmitía a Gibrán Ramírez, a un chica saliendo de uno de los cuartos.
La sorpresa de los invitados y de Zuckerman no fue sólo porque entró a cuadro durante el debate, sino que la chica estaba con la blusa abierta. Aunque segundos después de notar que estaba en cámara, regresó al cuarto de junto, los compañeros de Gibrán y algunos espectadores del programa notaron su presencia, lo tomaron con humor y retomaron la charla de análisis.
El programa “Es la hora de opinar” es conducido por Leo Zuckerman, donde se debaten temas de coyuntura y acontecer nacional e internacional con colaboradores reconocidos en el círculo rojo como: Denise Dresser, Gerardo Esquivel, Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda, entre otros. De acuerdo con la descripción del perfil del programa, cada viernes hablan de las tres películas favoritas de una figura pública como pretexto para entablar grandes charlas y cuyo único objetivo es el de divertirse. Durante las emisiones de fines de semana acuden políticos, escritores, cantantes, atletas, comunicadores, etc.
Foto: Captura/Twitter @CarlosTorresF_/Foro TV
El programa del primero de junio, Leo Zuckerman, dio la bienvenida a los espectadores y empezó explicando sobre las dos mesas de debate que transmitirían esa noche. En la primera, la que Leo llama la mesa de los martes, estuvieron como invitados Paula Sofía Vázquez, Carlos Bravo Regidor y Gibrán Ramírez, pues analizaron cómo cierran las campañas rumbo a las elecciones del próximo 6 de junio.
En la mesa de debate se hablo sobre como han recibido las campañas electorales y algunas percepciones de los ciudadanos, respecto a que tan satisfechos se encuentran con las gestiones y como es que los llamados partidos pequeños han tenido una participación importante en cuanto a elecciones se refiere.
El público juarense disfrutó del monólogo “La vida inútil de Pito Pérez”, una de las propuestas teatrales más esperadas dentro de la edición 28 del Festival de la Ciudad, que se realizó en el Museo de Arqueología e Historia de El Chamizal (MAHCH).
La actividad se llevó a cabo con acceso gratuito y formó parte de las celebraciones por los 366 años de la fundación de Ciudad Juárez.
La puesta en escena ofreció una interpretación profunda y mordaz del mítico personaje creado por José Rubén Romero, llevando al escenario un retrato crítico y, al mismo tiempo, entrañable del México que se debate entre la ironía, la injusticia social y la belleza de la filosofía callejera.
La adaptación y dirección, a cargo de Luis Castañeda, permitió al público adentrarse en el universo de un personaje vagabundo que observa con lucidez a la sociedad y sus contradicciones. Su lectura teatral enlazó el lirismo de la obra original con un montaje contemporáneo y cercano para los asistentes.
Sobre el escenario, la interpretación de Hugo Caro destacó por su intensidad y desarrollo emocional del protagonista.
El actor cuenta con participaciones en el documental La Farsa, el cortometraje Yo sé que puedo y colaboraciones en el programa Caso Cerrado, mientras que Castañeda ha impulsado iniciativas culturales como el “Tercer Festival de Teatro de 24 Horas” en El Paso, además de talleres de creación literaria y cinematografía.
El IPACULT destacó que la obra fue dirigida especialmente a mayores de 14 años y representó una oportunidad para vincular el patrimonio cultural y el teatro, aprovechando el recinto como marco para una historia que dialoga con la identidad mexicana.
Con la presentación del monólogo, el Gobierno Municipal y el Instituto para la Cultura del Municipio de Juárez fortalecieron su compromiso con la preservación del patrimonio artístico, acercando a la comunidad a una de las narraciones más emblemáticas de la literatura nacional, ahora reinterpretada desde la frontera norte.