Un escándalo está sacudiendo a la Consejería de Sanidad de la región española de Castilla y León y a un pequeño hospital de la localidad de Medina del Campo. Después de múltiples quejas presentadas desde 2019, un grupo de 26 sanitarios firmaron el martes de la pasada semana un escrito en el que se acusaba a un médico traumatólogo de abusos sobre niñas y mujeres, entre las que habría pacientes y trabajadoras del centro hospitalario.
Desde entonces los hechos se han precipitado, con la muerte del acusado en un extraño accidente de coche el pasado jueves, la apertura de un expediente informativo por parte de la Consejería de Sanidad de la región y la dimisión de varios altos cargos del Hospital Comarcal de Medina del Campo.
Los hechos denunciados sucedieron dos años atrás
Los supuestos comportamientos inapropiados de este galeno se remontarían a hace dos años. En 2019 una enfermera denunció de manera anónima, a través de un canal interno habilitado para esos fines, que un facultativo había realizado tocamientos a una niña mientras permanecía anestesiada en quirófano.
Al parecer, tras esa primera denuncia, hubo un goteo de quejas contra este médico que no llevaron aparejadas ninguna actuación por parte de la dirección del centro o desde el ámbito de la Consejería.
Según la denuncia presentada por los 26 sanitarios, todos ellos trabajadores de quirófano y reanimación, se produjeron «incidentes reiterados» en «las exploraciones» que realizaba este médico «antes y después de las intervenciones quirúrgicas en pacientes femeninas y sobre todo jóvenes, incluso niñas», que eran «completamente libidinosas y abusivas». Además, afirman que estas exploraciones atentaban contra la dignidad de las pacientes, «creando un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo».
Los denunciantes también señalan que el facultativo se extralimitaba «practicando habitualmente tocamientos sin ningún motivo clínico», en «sus órganos mamarios» y sospechan que «también ginecológicos (sin guantes) en pacientes anestesiadas» y por «debajo de la sábana».
Los firmantes, entre los que no hay ningún médico, sino que se trata de enfermeros, auxiliares de enfermería y celadores, aseguran que fueron testigos de estos hechos y que no quieren incurrir en un delito de omisión.
El desencadenante de esta denuncia habrían sido dos supuestos abusos cometidos durante la semana anterior. Por un lado, el acoso a una estudiante de enfermería en quirófano, y por otro, el tocamiento de pechos a una mujer que estaba en reanimación, consciente y que le recriminó su actitud.
Accidente, apertura de expediente y dimisiones
No fue hasta el pasado jueves cuando la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, afirmó que tuvo conocimiento de la denuncia colectiva y el responsable del hospital comunicó al médico su baja y la apertura de información reservada.
Según las informaciones que han trascendido, los abusos no se habrían realizado solo a pacientes, sino también a enfermeras, lo que motivó quejas a los responsables del hospital. Así, la jefe de la unidad de enfermería informó de estos incidentes al coordinador del bloque quirúrgico y al jefe de traumatología, sin ninguna consecuencia.
El pasado viernes, la Consejería hizo pública la denuncia y la apertura del expediente informativo, aunque sin especificar los comportamientos irregulares que se imputaban al galeno. A partir de entonces se precipitaron las dimisiones: ese mismo día las del gerente del hospital, José Manuel Vicente, y la directora médica, Laura Gil, ambos alegando «motivos personales»; este lunes la de la directora de enfermería del centro, Teresa Sánchez Muñoz; y este martes la del jefe de Traumatología, José Ángel Sanz.
La Junta ha trasladado la denuncia a la Fiscalía de Valladolid para que se esclarezca si hay responsabilidades penales, no por parte del traumatólogo, cuya responsabilidad se ha extinguido con su muerte, sino en la actuación de los responsables del centro hospitalario.