Las reacciones de los mexicanos no se hicieron esperar luego de que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, dijera en una entrevista que la idea de que los niños con cáncer no tenían medicamentos era parte de una campaña de la derecha internacional.
Casi tan pronto como se dio a conocer la entrevista, miles de usuario de redes sociales comenzaron a arremeter contra el funcionario mexicano, quien, además, fue el vocero del estado de la pandemia COVID-19 hasta hace algunas semanas.
Entre las críticas que se vertieron destacan las del periodista Carlos Loret de Mola y la politóloga mexicana Denise Dresser. Ambos recalcaron cómo el subsecretario sugirió que las protestas eran un “complot golpista” de los opositores del gobierno.
La politóloga escribió en su cuenta de Twitter que es “difícil encontrar palabras para describir a Hugo López-Gatell, acusando a los niños con cáncer (y a quienes han denunciado/visibilizado la falta de medicamentos), de un complot golpista”.
Además, concluyó su mensaje utilizando varios adjetivos contra el subsecrtario: “Indecencia, mezquindad, ruindad, bajeza, inhumanidad, vergüenza”, enlistó la reconocida mexicana.
Por otro lado, el periodista Carlos Loret de Mola compartió las palabras de López-Gatell en su cuenta de Twitter y escribió: “Gatell dice que la protesta de niños con cáncer por falta de medicinas es parte de un complot para dar golpe de estado a López Obrador”.
Además de ellos, la senadora mexicana, Kenia López, criticó al funcionario en una conferencia de prensa al decir que “El único lugar donde debe ir López-Gatell es a la cárcel”.
El subsecretario participó en una entrevista con Chamuco TV del Canal 22, donde Rafael Barajas, caricaturista mexicano conocido como “El Fisgón”, arrancó diciendo que “habría una suerte de campaña para generar desánimo y desilusión” en la población mexicana contra el gobierno. El comunicador señaló que estas campañas “se nutren de la desgracia, es decir, fructifican en la crisis con un problema de salud, con un terremoto, etcétera”.
Enseguida, López-Gatell concordó con su entrevistador y se apresuró a decir que existe un fenómeno de psicología social que trata cómo el pánico en las epidemias “también es contagioso”. De hecho explicó que los dos elementos para generar esta reacción son la desinformación y el pánico que generan una oleada de odio hacia las autoridades.
“Este tipo de generación de narrativas de golpe se ha conectado en Latinoamérica con Golpe de Estado y esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos, cada vez lo vemos más posicionado como parte de una campaña más allá del país de los grupos de derecha internacionales que están buscando esta suerte de simpatía en la ciudadanía mexicana, casi golpista”, dijo más adelante en la entrevista.
El subsecretario sugirió que el PAN y el PRI le pagaban a los padres por protestar (Foto: Cuartoscuro)
Agregó sobre el tema de medicamentos para niños con cáncer que existen “grupos de ciertos partidos políticos, lo digo clara y abiertamente el PRI y el PAN (…) que se agarraron de algo muy sensible que es la niñez”, esto, según el subsecretario, porque el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cambió las dinámicas de abasto e interrumpió los esquemas de corrupción de los que eran partícipes.
“Crearon ésta fórmula de que los niños con cáncer no tienen medicamentos. Ésta mentira y cualquier persona se puede hacer esta pregunta: ¿Por qué si los niños con cáncer no tienen medicamentos, solo vemos a 20 personas cerrando el aeropuerto? Son las mismas 20 personas desde que empezó el sexenio”, conjeturó el subsecretario.
El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.