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Chihuahua

Lluvias aumentan nivel de presas en Chihuahua

Los aguaceros en Chihuahua incrementaron los niveles de las presas Chuvíscar y La Boquilla; la primera comenzó a derramarse y la altura del agua en la segunda –una de las más grandes del norte de México, de 259 metros de largo por 60 de ancho– aumentó en 83 centímetros.

En tanto, la tormenta Enrique –que ayer estaba por degradarse a depresión tropical– propició que una persona desapareciera en el río Balsas en la comunidad Changata, municipio de Ajuchitlán del Progreso, Guerrero, entidad donde la tormenta dañó 124 viviendas en las demarcaciones de Copalillo, Coahuayutla y Heliodoro Castillo; asimismo nueve familias tuvieron que ser desalojadas en el poblado de Huitzapula, municipio de Atlixta.

Narra chihuahuense conexión histórica de Presa Chuvíscar y la capital |  Puente Libre

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que la presa La Boquilla, la más grande de Chihuahua, almacenaba ayer 552.2 millones de metros cúbicos, 18.6 millones más que el día anterior, y se encontraba a 19.08 por ciento de su capacidad.

Las precipitaciones que comenzaron en Chihuahua el pasado fin de semana aumentaron considerablemente el caudal del río Conchos, lo que incomunicó poblados ubicados a su alrededor, luego de una sequía de más de tres años.

La Conagua explicó que los aguaceros en el estado fueron producto del frente frío 60 fuera de temporada, estacionario sobre el norte de México, en interacción con un canal de baja presión, una divergencia en altura y el ingreso de humedad procedente del océano Pacífico, incrementada por bandas nubosas de Enrique.

Las lluvias formaron fuertes corrientes en el río Bravo por primera vez en años, por lo que autoridades migratorias aconsejaron a migrantes que no intenten cruzarlo.

Grupo político causó severos daños en la presa La Boquilla: CFE

En tanto, personal de la Secretaría de Protección Civil de Guerrero comenzó a buscar a una persona que se perdió en el río Balsas.

Según la dependencia, los aguaceros causaron estragos en 124 casas, 86 del municipio de Copalillo, en el norte de la entidad, 25 en Coahuayutla y una en Heliodoro Castillo. Asimismo, el fenómeno dejó 29 derrumbes de cerros, entre ellos 15 en el municipio de Coahuayutla y 11 en Tecpan, así como 48 árboles caídos en Tecpan de Galeana, Acapulco, Atoyac y Coyuca de Catalán.

En tanto, se inundaron varias viviendas en las colonias La Primavera, El Ranchito y Emiliano Zapata del poblado turístico Melaque, en Cihuatlán, Jalisco; en la misma demarcación se desbordó el arroyo El Organito, del cual se retiró un tractocamión que estuvo a punto de ser arrastrado.

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que Enrique, que al cierre de esta edición estaba a 150 kilómetros de Cabo San Lucas, Baja California Sur, se degradaría a depresión tropical la noche de este martes y tocaría tierra el miércoles en La Paz.

Chihuahua

César Duarte acusa a CONAGUA de destruir infraestructura hídrica histórica en su rancho

El exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, lanzó fuertes acusaciones contra la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a quien responsabilizó de haber destruido una represa centenaria y varios pozos en su rancho El Saucito, afectando —según él— tanto la actividad productiva como el suministro de agua potable a comunidades rurales de la zona.

Acompañado de su equipo legal, Duarte denunció públicamente lo que calificó como “mentiras y abusos” por parte del organismo federal, asegurando que la represa demolida contaba con un permiso de construcción expedido hace más de cien años, en favor de su bisabuelo y previo al Tratado de Aguas con Estados Unidos. Por lo tanto, argumentó, su uso no debería estar sujeto a las restricciones actuales del acuerdo binacional.

“El agua se estaba utilizando para retenerse y evitar la evaporación antes de que llegara al Río Conchos. Lejos de afectar a las comunidades, esto ayudaba a los productores locales”, sostuvo Duarte ante medios de comunicación.

Entre los daños reportados, destacó también la demolición de varios pozos, incluyendo uno que —afirma— abastecía de agua potable a pobladores cercanos y que, según documentación, había sido legalmente reconocido por la CONAGUA desde 2006.

Asimismo, subrayó que el sistema hídrico del rancho contaba con 67 bombas para distribuir agua destinada a las labores ganaderas de “familias vaqueras”, vitales para la economía rural de la región. A su juicio, las acciones del gobierno no solo carecen de sustento legal, sino que demuestran una actitud “destructiva” de las autoridades actuales.

“Estas autoridades nunca han producido nada en su vida. Solo saben destruir”, acusó el exmandatario estatal, quien también responsabilizó al gobierno federal y al estatal de haber emprendido actos arbitrarios que ponen en riesgo recursos esenciales para las comunidades del entorno.

Hasta el momento, ni la CONAGUA ni las autoridades estatales han emitido una postura oficial sobre los señalamientos de Duarte. La controversia se suma a una larga serie de tensiones en torno al uso y manejo del agua en el estado, especialmente en regiones donde el estrés hídrico y los conflictos por el recurso han ido en aumento.

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