Luego de un largo ir y venir con instancias autónomas y gubernamentales, la familia LeBarón denunció que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se negó a reconocerlos como víctimas indirectas de la masacre ocurrida el 4 de noviembre de 2019 en Bavispe, Sonora.
[…] se nos indicó, que la única forma en que podríamos llegar a ser considerados como víctimas por parte de la CNDH, es si obteníamos la inscripción en el Registro Nacional de Víctimas que pertenece a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Gobierno Federal, por lo que nos instaban a retirarnos y realizar el trámite respectivo para obtener nuestro registro ante la CEAV y que mientras tanto eso pase no se nos brindaría mayor información respecto al contenido del expediente ni se iniciaría uno nuevo con nuestra queja pues la misma se había glosado al ya existente
A través de un comunicado firmado a nombre de Betsheba Shalom Tucker y Adrian Lebaron Soto, padres de una de las mujeres asesinadas, señalaron que tres días después de la tragedia, la entidad dirigida por Rosario Piedra abrió un expediente, “con motivo de las agresiones de las que fueron víctimas familiares del Señor Julián Lebaron”.
La familia LeBarón denunció que sus miembros no fueron notificados del inicio de tales indagatorias (Foto: EFE / Mario Guzmán)
En ese sentido, el organismo aseguró que en la carpeta CNDH/6/2019/10124/Q constan diversas medidas cautelares y los informes que en su momento se requirieron a las autoridades consideradas como responsables durante los eventos registrados entre la sierra de Sonora y Chihuahua.
Este jueves 1 de julio, la familia LeBarón se reunió con Martha Garrido y Enrique Vega, pertenecientes a la Sexta Visitaduría. Durante el encuentro, las víctimas no reconocidas tuvieron que explicar su “dolor por la pérdida de nuestra hija y nietos, explicar a detalle lo ocurrido el día de la masacre y se nos constriño para justificar las razones que nos llevaron a levantar la queja que pretendimos hacer valer ante ellos”.
Sin embargo, al ver que estos no planeaban disentir, los funcionarios les informaros sobre la existencia del expediente abierto. Aunado a esto, acusaron que ni ellos ni el propio Julián LeBarón, a nombre de quien refieren iniciaron las investigaciones, fueron notificados del inicio de tales indagatorias.
Queja dirigida a la Comisión Nacional de Derechos Humanos por la familia LeBarón (Foto: cortesía familia LeBarón)
Además de negarse a reconocerlos como víctimas, la CNDH no les dio acceso al expediente, donde constan las investigaciones sobre la muerte de su hija, María Rhonita LeBarón de Miller, así como de sus nietos, Howard Jacob Miller, de 12 años; Krystal Bellaine Miller, de 10 años; Titus Alvin Miller, de ocho meses; y Tiana Gricel Miller, de ocho meses.
La razón de esta decisión, argumentó la dependencia, se debe a que el único que podría acceder a dicha carpeta es el viudo de María Rhonita LeBarón, mismo que ahora vive en el extranjero y no desea volver a México.
“De forma igualmente tajante, nos hicieron saber que a los suscritos NO SE NOS BRINDARÍA ACCESO AL EXPEDIENTE donde constan las investigaciones sobre la muerte de nuestra hija y de nuestros nietos, pues quien en todo caso podría recibir información es el viudo de nuestra hija quien ahora vive en el extranjero y que por ahora no desea volver a México dado el dolor que aún le aqueja por la forma en fueron asesinados su esposa e hijos”, señala el boletín.
Los integrantes de la familia LeBarón han alzado la voz para pedir justicia por sus seres queridos (Foto: EFE / Daniel Sánchez)
Así pues, luego de consultarlo con familiares, amigos y asesores, Shalom Tucker y Lebaron Soto decidieron publicar un escrito para intentar “hacer cambiar su postura” y que sean aceptados como víctimas indirectas ante la perdida de sus seres queridos.
“Ante tales circunstancias, consultando con nuestros familiares, amigos y asesores de confianza, sobre lo que debemos hacer ante el escarnio y revictimización que se nos ha colocado por parte del personal a cargo DE MARIA ROSARIO PIEDARA IBARRA, aquellos nos alientan y brindan su apoyo para seguir adelante con nuestra lucha, incluso nos ayudaron a redactar un escrito […]”