La consulta del juicio a los expresidente que se efectuará el próximo 1 de agosto sirvió de pretexto The Economist para tundir de nueva cuenta al mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador al punto de compararlo con “Cantinflas”, el personaje creado por el finado Mario Moreno por la ambigüedad de la pregunta que estará impresa en la boleta.
En su editorial, la revista británica, que en mayo último calificó a López Obrador como un “peligro” para México, aseguró que el mandatario mexicano «ya no es invencible», luego de los resultados de las elecciones intermedias del pasado 6 de junio, donde su partido, Morena, perdió la mayoría calificada de la Cámara de Diputados y vino a menos su hegemonía en Ciudad de México.
Además, enfatiza que el mandatario sufre por el mal manejo de la pandemia, la recesión económica relacionada a la misma, así como «un crimen violento sin cesar».
Es por ello que, dijo, para distraer la atención de las fallas políticas «el presidente necesita todos los espectáculos de teatro político de Cantinflas que pueda reunir».
En realidad, la pregunta inicial planteada por el gobierno de la Cuarta Transformación era más directa: se preguntaba si debía enjuiciarse por corrupción y otros delitos a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ernesto Zedillo (1994-2000), Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) modificó el cuestionamiento de manera que se le preguntará a la ciudadanía mexicana si está de acuerdo en llevar a cabo «acciones con apego al marco legal para esclarecer las decisiones políticas tomadas en el pasado por los actores políticos».
«¿Estás de acuerdo en que se lleven a cabo acciones con apego al marco legal para esclarecer las decisiones políticas tomadas en el pasado por los actores políticos y garantizar la justicia y derechos de las posibles víctimas?», es la pregunta que avaló la Corte.
Aun así, The Economist sostiene que la intención del presidente mexicano de recurrir al voto popular para decidir si se procesa o no a alguien «es una parodia del Estado de Derecho», y subrayó la relación «afectuosa» entre el presidente de la SCJN y López Obrador.
Esta es la segunda vez que The Economist critica al gobernante, pues el pasado 27 de mayo dedicó la portada de su edición latinoamericana a López Obrador bajo el título «El falso mesías de México», junto a una imagen del presidente rodeado de soldados y una planta petrolera de Pemex.
Fuente: Proceso