El municipio Magdalena de Kino, ubicado en el estado de Sonora, ya no vive en paz. La guerra provocada por un conflicto entre narcotraficantes logra que la población camine con miedo y con la idea de que en cualquier momento escuchará un enfrentamiento o sabrá la noticia de algún ejecutado.
La semana pasada, este territorio vivió una intensa jornada de balas, pues se registraron más de 72 horas de batallas entre dos células del Cártel de Sinaloa que buscan hacerse del liderazgo: Los Chapitos, hijos de Joaquín Guzmán Loera, y los sicarios comandados por el “Mayo” Zambada.
Debido a este conflicto, la sangre y las balas son el pan de cada día para los vecinos de este municipio cercano al río Magdalena, pues en lugar de abrir los ojos por el cantar de los gallos, las ráfagas de ametralladoras son el despertador.
Así fue como amanecieron este 27 de julio. Los habitantes, apenas salió el sol, comenzaron sus jornadas envueltos en disparos. Algunos de ellos se cubrieron con las entradas a sus hogares, sacaron sus celulares y registraron los enfrentamientos.
Con vistas al cielo y manos temblorosas, las personas registraron el incalculable número de balas que intercambiaron ambos grupos del narcotráfico. Entre el desconcierto, que poco a poco se convierte en una costumbre no solicitada, y el miedo, aquellos testigos compartieron estos videos por redes sociales, para dejar en claro la situación sufrida en sus tierras.
Pasaron las horas, y los enfrentamientos se convirtieron en patrullajes. Mientras que un sector de la población aseguró que se trataba de operativos realizados por el Ejército mexicano, la Guardia Nacional o la Policía Estatal; otro, con más experiencia, indicó que eran las mismas organizaciones criminales “calando” el terreno.
La cámara de seguridad de una vivienda dejó ver cómo la población de Magdalena de Kino afronta esta vigilancia, pues captó el momento en el cual tres camionetas pasan frente a algunos domicilios.
Uno de ellos sigue de largo y dos vehículos se detienen, una camioneta gris y otra negra. Abren sus puertas para dejar descender a sus tripulantes: sujetos vestidos de negro, con armas de alto poder en sus manos para usarlas en cualquier momento que sea necesario.
Varias personas que se encontraban fuera de sus domicilios huyeron despavoridos al ver la llegada del convoy. Todos se dirigieron a la casa vigilada por la cámara de seguridad, y para conseguirlo tuvieron que saltar algunas rejas o esquivar a los presuntos sicarios, los cuales ya se encontraban caminando por la calle.
Después de unos segundos, los comandos abordaron sus unidades y se fueron por distintas rutas. Hasta el momento no se sabe el motivo de aquella estrategia, sólo destaca el miedo con el que las personas lo vivieron.
La Policía de Sonora aseguró vehículos blindados y un pequeño arsenal del narco (Foto: Twitter/@PespSonora)
No obstante, el terror no terminó con estos metrajes, pues algunos usuarios compartieron la manera en la que los sicarios de Los Chapitos torturan y ejecutan a los contrincantes detenidos del “Mayo” Zambada.
Uno de ellos fue aplastado en la cadera por un automóvil, mientras que otro es obligado a confesar para quién trabajó y, después, degollado con una pequeña navaja.
Autoridades federales y estatales sí realizaron labores de vigilancia y cateos, con los cuales lograron asegurar algunos vehículos blindados y parte del armamento utilizado para los enfrentamientos. Sin embargo, no han otorgado más detalles sobre las posibles bajas o detenciones relacionadas con el combate a estas células del narco.
“Incautan #PESP, GN y SEDENA armas de alto poder y equipo táctico en Magdalena; se mantienen operativos El aseguramiento se registró durante los operativos en la zona rural del municipio, donde se establecen recorridos terrestres y de reconocimiento aéreo”, informó la Policía Estatal.
Chávez Jr., bajo la lupa de la FGR: aparece en investigación junto a Ovidio Guzmán y “El Nini”
Ciudad de México.— Julio César Chávez Jr. no sólo enfrenta una posible deportación desde Estados Unidos. En México, su nombre figura en una investigación federal de alto perfil que involucra a líderes del Cártel de Sinaloa, entre ellos Néstor Isidro Pérez Salas “El Nini”, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López, todos señalados por delitos de delincuencia organizada y tráfico de armas.
De acuerdo con el periodista Luis Chaparro, el boxeador está vinculado a la misma carpeta de investigación que encabeza la Fiscalía General de la República (FGR) contra la facción de “Los Chapitos”, hijos del exlíder del cártel Joaquín “El Chapo” Guzmán. Documentos del gobierno federal, incluidos los que sustentan la orden de aprehensión emitida en marzo de 2023, revelarían la presunta relación directa de Chávez Jr. con esta red criminal.
El miércoles, autoridades migratorias de EE.UU. detuvieron al pugilista en Studio City, California, por estar en el país de forma irregular. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) indicó que su solicitud de residencia permanente se basó en su matrimonio con una ciudadana estadounidense vinculada al Cártel de Sinaloa, por una relación previa con un hijo —ya fallecido— de “El Chapo” Guzmán.
Mientras tanto, la FGR confirmó que existe una orden de captura contra Chávez Jr. por delitos relacionados con el crimen organizado, en una indagatoria que habría comenzado en 2019 y que finalmente derivó en la emisión de la orden judicial en 2023.
En paralelo, fuentes ministeriales aseguran que la investigación en México incluye testimonios y pruebas que ubican al excampeón de boxeo en reuniones con miembros del cártel, además de supuestas agresiones físicas a integrantes de la organización. Aunque estos señalamientos aún no han sido judicializados en detalle, confirman la gravedad del caso que ahora lo vincula con algunos de los criminales más buscados del país.
Chávez Jr. permanece bajo custodia de ICE mientras se define su situación migratoria y se espera que en los próximos días se inicie formalmente el proceso de deportación hacia México.