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Opinión

Deja vivir. Por Itali Heide

Itali Heide

No soy de los que se callan cuando se trata de los temas que me apasionan. Al menos, no solía callarme. Tal vez sea sólo yo, pero la pandemia me ha dotado de un deseo de desvincularme de las causas que tanto apoyo (aunque nunca lo haría), y puede que sea porque las tensiones están más presentes que nunca.

Cuando comenzó la pandemia del COVID-19, había grandes diferencias entre las personas con creencias diferentes, al igual que ahora. Sin embargo, el hecho de vivir un acontecimiento mundial que ha afectado a todos los seres vivos del planeta ha exarcebado estas diferencias, levantando muros entre las personas que deberían trabajar juntas para crear un mundo mejor. El constante bombardeo de información, ya sea verdadera o falsa, se ha convertido en otro virus con el que lidia la humanidad. Estamos hechos para tener una eternidad de información al alcance de la mano, y eso es lo que nos regala el Internet. Sin embargo, no fuimos hechos para tener todo al alcance de la mano, porque eso ha causado más confusión que cientos de enciclopedias.

Todos quieren tener razón, y ese es el problema. Nadie se conforma con ser alguien en el ciclo constante de las lecciones y el cambio, aunque esa es la realidad de la vida humana. Nos aferramos tanto a nuestras creencias porque las hemos convertido en parte de nuestra identidad. Esto es un arma de doble filo: por muy importante que sea encontrar nuestra identidad dentro de los temas por los que decidimos luchar, también somos propensos a dejar que se apodere de nuestras vidas de forma poco saludable.

Parece tan complicado desenredar el lío ideológico en el que nos hemos metido, pero en realidad es bastante sencillo: vive y deja vivir. Eso no significa que puedas correr desenfrenadamente, haciendo lo que quieras y haciendo daño a quien se interponga. Vivir y dejar vivir es reconocer las diferencias en las formas de vida, y hacer lo que quieras mientras no hagas daño a nadie.

Nota: elegir otro estilo de vida que no sea el tuyo no te perjudica. Esto significa que la religión, la identidad sexual y la expresión de género, las preferencias médicas, las creencias políticas y todo lo que hace que las personas sean quienes son, no son objeto de discusión. Si estás en contra de que los drag queens caminen por la calle, eso es un problema. No tienes la obligación de ponerte un look de maquillaje que despertaría la envidia de RuPaul y tacones más altos que la Torre Eiffel, pero sí de respetar y seguir adelante. Esto es válido para todos los ámbitos de la vida: vive y deja vivir.

Es una idea bastante fácil de captar: para que los demás toleren tus opiniones y tu comportamiento, tú debes tolerar los suyos. Esto suele ser más fácil de decir que de hacer, ya que muchos de nosotros vivimos en una burbuja formada por nuestras propias experiencias que nos han llevado a nuestras creencias individuales. Sal de esa burbuja por un momento para apreciar las muchas formas de vida que existen. ¿No es maravilloso? Algunas personas van a la iglesia todos los domingos, otras pasan el rato en la taquería vegana. Algunas llevan vestidos largos y otras faldas cortas. Para algunas personas, la máxima diversión se encuentra en un retiro juvenil, y para otras, en compartir un porro con sus mejores amigos. Algunas fiestas se celebran en reuniones familiares sin alcohol a la vista, y otras son en el bar gay local con shots en abundancia. Una mujer que ha estado esperando un hijo es feliz en su maternidad deseada, mientras que otra puede acceder a un aborto para salvarse. Ninguna de estas cosas es intrínsecamente mala o buena, simplemente son: como nosotros.

Puede que nos parezca antinatural que alguien no tenga el mismo proceso de pensamiento que nosotros, pero la verdad es que es lo más natural del mundo. Se han creado religiones enteras para atender la vasta ideología que tenemos, y sin embargo pensamos que somos los únicos que tenemos razón. Nadie tiene razón y nadie está equivocado: simplemente somos diferentes, y eso no tiene nada de malo. A medida que el mundo se convierte en un lugar más polarizado cada día, con todos los pensamientos al alcance de la mano, debemos recordar que no estamos solos. Hay miles de millones de personas ahí fuera, y cada una de ellas se hace preguntas existenciales.

¿Estoy viviendo bien la vida? ¿Estoy defendiendo lo que creo? ¿Estoy haciendo del mundo un lugar mejor? Tal vez, pero al final del día, somos insignificantes para la gran idea de lo que es el mundo: un lugar para vivir libremente y descubrir quiénes somos. Puede sonar descorazonador saber que uno es en gran medida insignificante, pero es más un don que una maldición: como nada importa, ¡todo puede! Vive la vida en busca de los pequeños momentos de felicidad de la vida, y cuando veas que otra persona es feliz (aunque no entiendas cómo), recuerda: deja vivir.

Opinión

Segundo round. Por Raúl Saucedo

Esto sigue

El próximo Domingo en el segundo debate presidencial, los reflectores estarán puestos no solo en las propuestas, sino en la evolución de los candidatos tras su primera confrontación. Con tres participantes en la arena, el desarrollo de sus habilidades y ajustes estratégicos se hará patente, delineando con mayor claridad el entorno de la carrera presidencial.

La candidata, quien en el debate inicial mostró notorias dificultades tanto en la articulación de sus propuestas como en su lenguaje corporal, enfrentara el desafío de superar la percepción de vulnerabilidad que dejó entre los electores. Su desempeño en el primer debate le impactó, y la única opción viable será reinventarse o regresar a la originalidad que la caracterizo, eso le quedo claro a ella. En esta segunda oportunidad, se espera que ella presentara un cambio radical que pudiera reposicionarla.

Por otro lado, el candidato masculino, cuyo mayor logro tras el primer debate fue catapultarse a la vanguardia de la agenda mediática, tenía la tarea de consolidar una mejorposición. Su estrategia será centrarse en mantener el ímpetu, utilizando su recién adquirida visibilidad para afianzar su imagen y resonar con un electorado más amplio. Este enfoque podría ser doblemente efectivo, considerando que su ascenso en las encuestas post-debate lo hacen visible especialmente en el sector juvenil.

Finalmente, la candidata que en el primer debate demostró tener un perfil ejecutivo y un carácter presidencial, se enfrentara al desafío de superar las expectativas sin caer en la complacencia. Su presencia y firmeza habrán de establecer un alto estándar personal, y su objetivo en este segundo encuentro será no solo defender su posición, sino también expandir su atractivo a través de propuestas innovadoras y un enfoque que pudiese captar aún más el interés del electorado ya cautivo.

El segundo debate se presenta entonces, como una arena de redención para algunos y de consolidación para otros. Con los ojos del país puestos en ellos, los candidatos debatirán no solo entre ellos, sino contra las sombras de sus propios pasados recientes, buscando no solo ganar el momento, sino posicionarse estratégicamente para la recta final de la campaña.

En términos de contenido, el debate girara en torno a temas críticos como economía, empleo, inflación, pobreza, desigualdad, cambio climático y desarrollo sustentable. Que para mi percepción será el de mayor contenido sustancial de gobernabilidad.

Con el segundo debate concluido, la carrera presidencial entrara en una de sus fases más críticas. La de consolidarse estratégicamente según los intereses generados.

Todo este entorno sucederá entre memes, canciones pegajosas que resuenan en antros y blupper`s diarios que nos regala el día a día en las campañas, mientras tanto yo seguiré diseñando escenarios inmediatos y acorto plazo durante este proceso y a la vez recibiendo notificaciones por terceros de personas que no se acordaban de este ser en los últimos 7 años, pero como dije en una cena reciente de amigos, en este proceso como en muchos anteriores, no faltaran las risas…

@Raul_Sacuedo

rsaucedo@uach.mx

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