Conecta con nosotros

México

Estos son los días de febrero que no habrá clases: SEP

En el calendario escolar de la Secretaría de Educación Pública (SEP), están establecidos los días festivos y de descanso obligatorio, para trabajadores particulares y públicos, así como para los alumnos de todos los niveles escolares. Para el mes de febrero del 2022 se marcan algunos días donde los estudiantes podrán descansar y no tendrán que asistir a la escuela o conectarse a clases.

Sin embargo, en algunos estados como Aguascalientes, Coahuila, Durango, Hidalgo y Tamaulipas se pospuso el regreso a clases presenciales debido a los altos contagios de la nueva variante Ómicron. Se espera que los alumnos de educación básica incorporados a la SEP regresen a las aulas en febrero.

La Ley establece como día festivo oficial el próximo 5 de febrero por la conmemoración de la Constitución Mexicana. Pero este año dicha fecha cae en sábado y se recorrerá para el lunes 7, esto para hacerlo día de descanso obligatorio, para todos los trabajadores, estudiantes, docentes y personal administrativo en planteles de la SEP y escuelas privadas.

En el calendario de la SEP hay otra fecha de asueto para los alumnos de preescolar, primaria y secundaria. Se trata del día viernes 25 de febrero, durante este día se llevará a cabo el segundo Consejo Técnico Escolar del 2022, por lo que no habrá clases.

México

Apagones podrían costarle a México 200 millones de dólares por hora, advierte industria maquiladora

México enfrenta una amenaza energética que podría traducirse en pérdidas millonarias por hora. De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), una hora sin electricidad en el país podría representar hasta 200 millones de dólares en pérdidas económicas, encendiendo las alarmas en sectores clave de la economía nacional.

La advertencia llega en medio de crecientes preocupaciones por la estabilidad del sistema eléctrico nacional. Especialistas del sector señalan que el Margen de Reserva Operativo (MRO), es decir, el porcentaje de capacidad adicional disponible para responder a picos de demanda, podría caer por debajo del 3% durante las horas críticas entre las 8:00 y 10:00 de la noche. Este umbral es considerado de alto riesgo, ya que pone en juego la capacidad del sistema para mantenerse estable ante cualquier eventualidad.

“La falta de electricidad interrumpe cadenas de suministro, frena líneas de producción y debilita la competitividad nacional”, señala el comunicado de Index. Además de afectar a la industria manufacturera y de exportación, el impacto alcanza a sectores esenciales como salud, telecomunicaciones, logística y alimentación.

Los riesgos se agravan en el contexto del cambio climático. La reciente ola de calor que golpeó al país entre el 14 y el 21 de mayo deterioró significativamente las reservas eléctricas, provocando cortes programados en distintas regiones. Expertos como el consultor energético Cadena advierten que “el riesgo es real y creciente”, y que el sistema eléctrico se encuentra bajo una presión sin precedentes.

En Nuevo León, la situación ya es crítica. La Cámara de la Industria de Transformación (Caintra) y el Clúster Energético del estado alertaron que, de no incrementarse la capacidad de generación y transmisión eléctrica en los próximos seis meses, podrían registrarse apagones sistemáticos. Esta advertencia cobra relevancia si se considera que tan solo el pasado 4 de marzo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recibió 141,618 reportes por interrupciones en el servicio en ese estado.

Pero el problema no es exclusivo de la industria. En el plano doméstico, la ausencia de electricidad implica vivir sin refrigeración, agua caliente, internet o iluminación, afectando directamente la calidad de vida de millones de mexicanos. La dimensión del problema trasciende el ámbito económico y se convierte en una amenaza para la estabilidad social del país.

El verdadero desafío, advierten expertos, está en no solo responder al aumento en la demanda energética, sino hacerlo mediante soluciones sostenibles, eficientes y confiables. Frente a un futuro marcado por temperaturas extremas y fenómenos climáticos más severos, urge acelerar la transición hacia fuentes de energía alternativas y reforzar la infraestructura eléctrica nacional.

La advertencia del sector industrial es clara: sin acción inmediata y decidida, el país podría pagar un precio demasiado alto.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto