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Resto del mundo

Google México se une al movimiento solidario para la igualdad de género de ONU Mujeres, HeForShe

Google México, a través de su Directora General, María Teresa Arnal firmó hoy ante la Representante de ONU Mujeres en México, Belén Sanz, su adhesión a HeforShe, con 10 compromisos que buscan promover la igualdad de género dentro y fuera de la empresa, así como contribuir a la prevención y eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas.

Con esto, la empresa reitera su compromiso a contribuir al desarrollode una sociedad donde la igualdad de género y la igualdad de oportunidades para todos y todas sea una realidad.

Los diez compromisos que se firmaron son los siguientes:

  1. Lanzar una campaña de comunicación sobre igualdad de género en YouTube con creadoras y celebridades. 
  2. Realizar una investigación sobre la situación laboral de las mujeres en México en el área de tecnología.
  3. Realizar talleres de Masculinidad Saludable para el personal de Google México.
  4. Apoyar a ONG’s que trabajen temas de igualdad de género en las iniciativas internas de impacto social y comunitario de Google en México.
  5. Promover la publicidad inclusiva y con perspectiva de género, con miras al desarrollo de una certificación en conjunto con AMAP e IAB México.
  6. Crear contenidos STEM con perspectiva de género en colaboración con el sistema de Televisión Educativa de la SEP y Movimiento STEM.
  7. Promover la participación de mujeres en paneles y foros del sector de tecnología junto a la organización sin fines de lucro Conectadas. 
  8. Entrenar a más de 40 mil personas en habilidades digitales y habilidades blandas orientadas al empoderamiento de la mujer, a través de los diferentes programas de impacto social de Google en México: Women Will, Proyecto Diana, #IamRemarkable.
  9. Entrenar a más 6 mil mujeres entre 18 y 25 años en temas de seguridad en internet, a través de Google Café for Women.
  10. Colaborar con iniciativas en pro de la igualdad de género con ONU Mujeres.

Resto del mundo

«Alligator Alcatraz»: El polémico centro de detención rodeado de caimanes que divide a Florida

Florida ha establecido una controvertida instalación de detención migratoria en los pantanos de los Everglades, a menos de 50 millas del resort de Donald Trump en Miami. La propiedad, apodada «Alligator Alcatraz» por funcionarios estatales, fue construida en días transformando el aeropuerto Dade-Collier Training and Transition en una ciudad temporal de carpas con capacidad para albergar hasta 3,000 migrantes.

El gobernador Ron DeSantis adoptó el apodo acuñado por su fiscal general, argumentando que la ubicación ofrece seguridad natural. «Claramente desde una perspectiva de seguridad, si alguien escapa, hay muchos caimanes con los que tendrá que lidiar. Nadie va a ninguna parte una vez que haga eso», declaró DeSantis durante una conferencia de prensa.

La instalación funciona como un centro completamente autónomo, con migrantes alojados en remolques de FEMA reacondicionados y estructuras temporales similares a las utilizadas para víctimas de desastres naturales. Los servicios básicos como agua, alcantarillado y electricidad son proporcionados por equipos móviles, mientras que grandes unidades portátiles de aire acondicionado intentan combatir las temperaturas que superan los 90 grados Fahrenheit.

Representantes del Congreso que visitaron la facilidad reportaron condiciones alarmantes, describiendo a cientos de migrantes confinados en jaulas bajo calor sofocante, infestaciones de insectos y comidas escasas. «Están esencialmente empacados en jaulas, humanos pared a pared, 32 detenidos por jaula», declaró la representante Debbie Wasserman Schultz tras su recorrido.

La operación anual de «Alligator Alcatraz» costará 450 millones de dólares, según funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional. Florida cubrirá inicialmente los costos y luego solicitará reembolsos a través de FEMA y el Departamento de Seguridad Nacional. No olvides visitar Segundo a Segundo Noticias de Chihuahua, México y el Mundo.

El proyecto enfrenta oposición de activistas por los derechos de los inmigrantes, ambientalistas y miembros de la comunidad indígena Miccosukee, quienes consideran la instalación una amenaza a sus tierras sagradas y al delicado ecosistema de los Everglades. La controversia se intensifica por estar ubicada cerca de la fuente principal de agua potable para ocho millones de habitantes del sur de Florida.

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