El que se voló la barda recientemente en la toma de protesta de la maestra Mireya Porras, fue el diputado federal Hiram Hernández Zetina, pues al joven político se le ocurrió decir en su discurso: «los de Morena son unos asesinos», así como se lee, hecho que ocasionó que la ex candidata del PRI a la alcaldía de Juárez, Adriana Fuentes, más rápido que un correcaminos saliera del lugar, seguida de varios priístas a quienes no les pareció nada bien lo que acababan de escuchar.
El auditorio del CDM estaba a reventar, casi casi para que llegaran los inspectores de la Subdirección de Gobernación. Era un hecho que no sucedía hace mucho en la frontera, sin embargo el chamaco se «chamaqueó» y quedó mal parado ante sus colegas.
Las palabras de Hernández incomodaron a todos los presentes, pues estaban mezclados políticos del PRI, PAN, PRD y Morena, todos conviviendo en sana paz bajo un mismo techo.
Muchos priístas aseguran que las palabras de Hiram se deben, única y exclusivamente, a seguir en la misma línea de Alejandro «Alito» Moreno Cárdenas, líder nacional del PRI, a quien ya le pidieron su renuncia, sin embargo, no ha querido soltar el hueso.
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Muy ojones para ser palomos le parecieron al fiscal Roberto Fierro los ofrecimientos como reparación del daño que presumió la defensa de Aras para limpiar sus pecados.
Y es que recordemos que al inicio de la primera audiencia masiva, esa que está por tener su primera resolución el día de hoy, la defensa de la financiera dijo que negociarían con los afectados regresarles su capital inicial.
Estos ofrecimientos fueron calificados como un dulce envenenado, y alertó que se le hace muy difícil que con bienes logren reparar todo el daño que hicieron, pues si bien se valen este tipo de acuerdos suena muy complicado que los puedan realizar.
El titular de la Fiscalía afirmó que están abiertos a que Aras tenga acceso a los bienes confiscados, siempre y cuando se pueda garantizar el retorno del dinero.
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Donde la cosa está que arde es en la Universidad Autónoma de Chihuahua, pues el día lunes 15 de agosto saldrá la convocatoria para ocupar la silla de Rectoría, misma que actualmente es ocupada por Jesús Villalobos Jión.
Dos nombres son los que actualmente suenan y muy fuerte, el primero ya lo mencionamos en el párrafo anterior y aseguran que son muchas las posibilidades que tiene, pues existe un grupo de la UACh que están muy contentos por su desempeño.
Sin embargo el camino no será fácil, pues otro de los suspirantes que quiere también ese hueso es Mario Trevizo, un catedrático con mucha experiencia al interior de la máxima casa de estudios.
Su único pecado fue servir desde la Secretaría de Gobierno en la administración de César Duarte, lo que le valió para que el ex gobernador Javier Corral lo quisiera borrar de la fas de la tierra.
Anteriormente aquí en Contexto, fuimos el primero medio de comunicación que le adelantamos los nombres de los aspirantes para ocupar la Rectoría de la UACh, situación por la cual, hoy se lo reiteramos.