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México

SEDENA equipa a feministas.

Ciudad de México.– La protestas feministas son clasificadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) como antagonistas de la seguridad pública de la Ciudad de México, una categoría bajo la que también se coloca a las agrupaciones delincuenciales.

El reporte «Agenda Social y Delincuencial de la Ciudad de México», contenido dentro de los documentos hackeados por el grupo Guacamaya, divide el antagonismo a la seguridad pública en dos grupos: el del activismo delictivo, -donde se ubica a grupos como carteles del narcotráfico- y el activismo social, del que enfatiza a los colectivos feministas, a los que califica como «sumamente radicales».

«Las acciones radicales de las diversas organizaciones sociales que acuden a esta jurisdicción son marchas, bloqueos viales y de ingreso a Palacio Nacional para la consecución de sus demandas», indica.

«El activismo en esta Ciudad de parte de colectivos feministas se ha tornado sumamente radical, realizando pintas a monumentos emblemáticos, agresiones contra hombres en sus protestas, así como robo a diversos comercios y destrozos de los mismos, con el fin de exigir medidas contra la violencia de género».

De 10 movilizaciones realizadas entre 2019 y 2020 que el informe destaca, 9 corresponden a protestas de colectivos feministas y una a la marcha de estudiantes en conmemoración por el movimiento estudiantil de 1968.

Como antecedente de la movilización de colectivas feministas, la Sedena refiere a los feminicidios de Lesvy Berlín, la agresión sexual a una adolescente por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y al aumento en los índices de violencia en contra de las mujeres.

«Los principales grupos que comenzaron sus protestas han incrementado sus movilizaciones y cada vez se han tornado más violentas, transformando sus formas de presión, siendo los colectivos anarquistas los más violentos, causando daños a inmuebles, monumentos, vías de comunicación y contra policías y transeúntes», advierte.

La Sedena identifica a 15 grupos de mujeres, los cuales tienen presencia tanto en la Capital como en el país.

México

Apagones podrían costarle a México 200 millones de dólares por hora, advierte industria maquiladora

México enfrenta una amenaza energética que podría traducirse en pérdidas millonarias por hora. De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), una hora sin electricidad en el país podría representar hasta 200 millones de dólares en pérdidas económicas, encendiendo las alarmas en sectores clave de la economía nacional.

La advertencia llega en medio de crecientes preocupaciones por la estabilidad del sistema eléctrico nacional. Especialistas del sector señalan que el Margen de Reserva Operativo (MRO), es decir, el porcentaje de capacidad adicional disponible para responder a picos de demanda, podría caer por debajo del 3% durante las horas críticas entre las 8:00 y 10:00 de la noche. Este umbral es considerado de alto riesgo, ya que pone en juego la capacidad del sistema para mantenerse estable ante cualquier eventualidad.

“La falta de electricidad interrumpe cadenas de suministro, frena líneas de producción y debilita la competitividad nacional”, señala el comunicado de Index. Además de afectar a la industria manufacturera y de exportación, el impacto alcanza a sectores esenciales como salud, telecomunicaciones, logística y alimentación.

Los riesgos se agravan en el contexto del cambio climático. La reciente ola de calor que golpeó al país entre el 14 y el 21 de mayo deterioró significativamente las reservas eléctricas, provocando cortes programados en distintas regiones. Expertos como el consultor energético Cadena advierten que “el riesgo es real y creciente”, y que el sistema eléctrico se encuentra bajo una presión sin precedentes.

En Nuevo León, la situación ya es crítica. La Cámara de la Industria de Transformación (Caintra) y el Clúster Energético del estado alertaron que, de no incrementarse la capacidad de generación y transmisión eléctrica en los próximos seis meses, podrían registrarse apagones sistemáticos. Esta advertencia cobra relevancia si se considera que tan solo el pasado 4 de marzo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recibió 141,618 reportes por interrupciones en el servicio en ese estado.

Pero el problema no es exclusivo de la industria. En el plano doméstico, la ausencia de electricidad implica vivir sin refrigeración, agua caliente, internet o iluminación, afectando directamente la calidad de vida de millones de mexicanos. La dimensión del problema trasciende el ámbito económico y se convierte en una amenaza para la estabilidad social del país.

El verdadero desafío, advierten expertos, está en no solo responder al aumento en la demanda energética, sino hacerlo mediante soluciones sostenibles, eficientes y confiables. Frente a un futuro marcado por temperaturas extremas y fenómenos climáticos más severos, urge acelerar la transición hacia fuentes de energía alternativas y reforzar la infraestructura eléctrica nacional.

La advertencia del sector industrial es clara: sin acción inmediata y decidida, el país podría pagar un precio demasiado alto.

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