Una reciente investigación publicada por el medio Latinus y expuesta por Carlos Loret de Mola reveló que un grupo de amigos de Andrés Manuel López Beltrán, hijo de Andrés Manuel López Obrador, se habría beneficiado con contratos millonarios con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
El reportaje, encabezado por Montserrat Peralta, Julio Astorga, Isabella González y Mario Gutiérrez Vega, evidenció que a través de una red de empresas, los allegados a “Andy” habrían obtenido más de 100 millones de pesos del erario.
— Mexicanos Contra la Corrupción (@MXvsCORRUPCION) May 3, 2023
La empresa Organismo Promotor Logístico (OPL) es la más visible del entramado de entidades dirigidas por los amigos del hijo de AMLO y, de acuerdo con las y los reporteros, su principal proyecto estaría en los terrenos de lo que iba a ser el Aeropuerto de Texcoco.
Ahí, acorde con los documentos presentados en la investigación, se les adjudicó la gerencia de distintos proyectos para el llamado Parque Ecológico Lago de Texcoco.
Los amigos de Andrés Manuel López Beltrán habrían tenido facilidades para conseguir los contratos. (MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO)
Tres empresas en un mismo domicilio
Uno de los principales focos rojos que dio a conocer el reportaje fue que al menos tres empresas “hermanas” que tuvieron participación en la gerencia del Parque de Texcoco operaban desde un mismo edificio, ubicado en la calle Veracruz 69, en la Colonia Condesa de la Ciudad de México.
Se trata de Organismo Promotor Logístico, AZ Gerencia de Proyectos y Vea Arquitectos. Según la investigación OPL está administrada por Carlos Buentello Carbonell y tiene como apoderado legal a Eduardo Castro Ávila,medio hermano de Alejandro Castro Jiménez Labora (amigo de Andrés López Beltrán).
AZ Gerencia de Proyectos, empresa a la que la Conagua llamó a participar en las obras de Texcoco junto a OPL, tendría como accionista y apoderado a José María Espinoza Pablos, administrador de Vea Arquitectos, en la que también labora como apoderado Carlos Buentello Carbonell.
La Conagua le habría otorgado contratos millonarios a las empresas controladas por los amigos de Andrés López Beltrán. (Youtube/Latinus)
Desde el mismo domicilio en la Colonia Condesa, un hombre identificado como Andrés de la Garma Valenzuela, representante de Vea Arquitectos, habría fundado un taller de arquitectura junto con Santiago Jiménez Labora Prieto (primo de Alejandro Castro Jiménez).
El trabajo periodístico apuntó que para los contratos en el Parque Ecológico Lago de Texcoco las empresas ofrecieron direcciones distintas para, presuntamente, esconder una cercanía que se había hecho evidente en años anteriores, cuando ofrecían como referencia un mismo domicilio en la Avenida Kiki Murillo No. 102 del Desarrollo Urbano La Primavera, enCuliacán, Sinaloa.
El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.