El aspirante a candidato presidencial por la autollamada Cuarta Transformación (4T), Marcelo Ebrard, cuestionó este miércoles que su rival en la contienda interna, Claudia Sheinbaum, imite en exceso al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde el estado de Aguascalientes, el excanciller se sumó a las mofas que ha desatado la llamada “corcholata favorita” al adoptar un estilo de lenguaje muy similar al de AMLO en sus mítines: marcado por alocuciones lentas, cortadas, y un ligero acento inspirado del tabasqueño.
“Cada quien tiene su estilo personal, para empezar cada quien habla diferente, no tiene sentido el tratar de hablar idéntico que habla el presidente”
“¿Para qué hablar igual que el presidente?”, preguntó ante la prensa.
(Foto: Cuartoscuro)
Incluso, Ebrard Casaubon aprovechó para desmarcarse un poco del presidente, con la idea de que, en caso de obtener la candidatura, retomaría el legado del mandatario a su estilo.
“Yo soy Marcelo Ebrard y él es Andrés Manuel López Obrador, y hemos sido compañeros desde hace veintitantos años, pero somos diferentes”
Aun así, reivindicó su afiliación con López Obrador, al señalar que “yo he sido el único en esta contienda que ha sido sucesor del presidente; yo no soy un enigma para él, me conoce perfectamente bien”.
Al ser cuestionado sobre las carpetas de investigación que abrió la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en su contra durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, y que la revista Contralínea publicó el pasado 11 de junio, justo en el arranque del proceso de precampaña de Morena, el aspirante respondió molestó que se trata de una “guerra sucia”.
(Foto: Twitter/m_ebrard)
Explicó que los reportajes de la revista se basan en una carpeta que terminó en no ejercicio de acción penal, según él, producto de que Peña Nieto lo sospechaba de haber filtrado información sobre su mansión de Las Lomas de Chapultepec.
“La pregunta es: ¿por qué se publica el día del Consejo Nacional de Morena? ¿En la noche? Es guerra sucia, quieren echarme lodo, pero ¿sabes qué? Con todo el poder de la Presidencia en contra mía, dudo que haya otro político tan investigado como tu servidor, para quién planteó la pregunta, y fue no ejercicio de la acción penal”, subrayó.
Pero Sheinbaum lo rechazó
Por su parte, desde Macuspana, Tabasco, tierra de López Obrador, Sheinbaum Pardo se defendió de sus críticos.
Ante miles de simpatizantes que acudieron al mitin organizado por Ramiro López Obrador, el hermano del jefe del Ejecutivo, la aspirante remató que lo que sí hará es defender los mismos principios.
“¡Claro que los vamos a defender! ¡Que continúe el bienestar del pueblo de México, que continúe la misma forma de Gobierno!”, arengó en medio de los gritos de “¡Claudia!”, y “¡Presidenta!”
“Es un símbolo llegar aquí, porque evidentemente Andrés Manuel es el dirigente de nuestro movimiento y llegar a Tabasco, donde él inició su lucha, es un símbolo para mí”
Al tomar el microfóno, Ramiro López Obrador la describió como una mujer que ha luchado toda su vida por las causas más justas, por eso decidió respaldarla.
“El compañero Andrés Manuel ha dicho que en septiembre va a entregar la estafeta de la coordinación del movimiento, y yo estoy seguro que la nueva coordinadora, por los próximos años, será Claudia Sheinbaum.
El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.