El rock mexicano está de luto. Salvador Aguilar, mejor conocido como Xava Drago, vocalista de la banda Coda, falleció a los 56 años luego de enfrentar durante un año un cáncer de estómago que, pese a los tratamientos, terminó por arrebatarle la vida.
La noticia se confirmó apenas 12 días después de que el propio cantante se despidiera de sus seguidores en redes sociales con un mensaje en el que reconocía que los médicos ya lo habían desahuciado. “Hoy mi vida ha llegado a su fin y solo puedo decir que la viví a mi manera”, expresó.
En ese último comunicado, Drago agradeció el apoyo de su público y aseguró que partía en paz: “Podré descansar tranquilo y estar en compañía de mi hermosa madre. Gracias nuevamente a todos por tanto amor, buena vibra y mucho rock and roll”.
La agrupación Coda también publicó un mensaje de despedida en el que recordó a su vocalista como alguien apasionado y entregado: “Xava siempre fue un guerrero, amaba lo que hacía, siempre intenso, siempre apasionado. Estamos profundamente agradecidos por haber compartido la vida y el escenario con él”.
El diagnóstico de cáncer llegó en 2024. Aunque en diciembre de ese año anunció con entusiasmo que había concluido los tratamientos de quimioterapia y radioterapia, en abril de 2025 informó que la enfermedad había regresado. Para mayo, sus compañeros pidieron apoyo económico para cubrir los gastos médicos. Finalmente, el 10 de agosto, el propio Xava comunicó que los medicamentos habían dejado de surtir efecto.
Su esposa, Ela Corez, compartió días después que el músico se mantenía “estable, pero débil”, aunque seguía con ánimo, escribiendo y haciendo bromas. Sin embargo, tras meses de hospitalizaciones y recaídas, la batalla terminó este 20 de agosto.
Xava Drago inició su carrera a los 17 años en agrupaciones como Ultimátum y Megatón, pero alcanzó la fama al fundar Coda en 1989 junto al guitarrista Toño Ruiz. La banda marcó la escena del rock en español con discos como Enciéndelo (1992) y Veinte para las doce (1995), y con temas emblemáticos como “Aún”, “Tócame” y “Eternamente”.
Tras un regreso en 2015 con el disco Ciclos, Drago continuó su carrera en solitario. Su último álbum, Gracias infinitas, fue lanzado apenas la semana pasada, convirtiéndose en el cierre simbólico de una vida dedicada al rock.
“Mi vida ha llegado a su fin… la viví a mi manera”, escribió en su despedida. Palabras que hoy resuenan entre sus seguidores y que quedarán como testamento de uno de los vocalistas más representativos del rock mexicano de los noventa.