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México

AMLO se aumenta el sueldo en el 2024, ¿Cuánto ganará?

Este viernes, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O entregó al Congreso de la Unión el Paquete Económico 2024 en el que se incluyen la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto para el 2024. En este documento se pueden encontrar los salarios que tendrán los funcionarios públicos, como por ejemplo, el del presidente de la República. 

De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, el presidente Andrés Manuel López Obrador ganará en 2024: 2 millones 764 mil 17 pesos brutos anuales, tomando en cuenta salario y prestaciones. Es decir, si dividimos esa percepción anual entre los 12 meses, el próximo año AMLO tendrá ingresos mensuales por 230 mil 334 pesos.

Para este 2023, la percepción anual del presidente es de 2 millones 602 mil 486 pesos brutos, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2023 que fue aprobado por el Congreso en 2022. Por lo cual,  AMLO está ganando al mes 216 mil 873. 833 pesos brutos.

Al comparar ambas cifras, para 2024, el salario de AMLO tendrá un aumento anual de 161 mil 531 pesos, lo que se traduce en un incremento mensual de 13 mil 460.917 pesos.

México

Apagones podrían costarle a México 200 millones de dólares por hora, advierte industria maquiladora

México enfrenta una amenaza energética que podría traducirse en pérdidas millonarias por hora. De acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), una hora sin electricidad en el país podría representar hasta 200 millones de dólares en pérdidas económicas, encendiendo las alarmas en sectores clave de la economía nacional.

La advertencia llega en medio de crecientes preocupaciones por la estabilidad del sistema eléctrico nacional. Especialistas del sector señalan que el Margen de Reserva Operativo (MRO), es decir, el porcentaje de capacidad adicional disponible para responder a picos de demanda, podría caer por debajo del 3% durante las horas críticas entre las 8:00 y 10:00 de la noche. Este umbral es considerado de alto riesgo, ya que pone en juego la capacidad del sistema para mantenerse estable ante cualquier eventualidad.

“La falta de electricidad interrumpe cadenas de suministro, frena líneas de producción y debilita la competitividad nacional”, señala el comunicado de Index. Además de afectar a la industria manufacturera y de exportación, el impacto alcanza a sectores esenciales como salud, telecomunicaciones, logística y alimentación.

Los riesgos se agravan en el contexto del cambio climático. La reciente ola de calor que golpeó al país entre el 14 y el 21 de mayo deterioró significativamente las reservas eléctricas, provocando cortes programados en distintas regiones. Expertos como el consultor energético Cadena advierten que “el riesgo es real y creciente”, y que el sistema eléctrico se encuentra bajo una presión sin precedentes.

En Nuevo León, la situación ya es crítica. La Cámara de la Industria de Transformación (Caintra) y el Clúster Energético del estado alertaron que, de no incrementarse la capacidad de generación y transmisión eléctrica en los próximos seis meses, podrían registrarse apagones sistemáticos. Esta advertencia cobra relevancia si se considera que tan solo el pasado 4 de marzo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recibió 141,618 reportes por interrupciones en el servicio en ese estado.

Pero el problema no es exclusivo de la industria. En el plano doméstico, la ausencia de electricidad implica vivir sin refrigeración, agua caliente, internet o iluminación, afectando directamente la calidad de vida de millones de mexicanos. La dimensión del problema trasciende el ámbito económico y se convierte en una amenaza para la estabilidad social del país.

El verdadero desafío, advierten expertos, está en no solo responder al aumento en la demanda energética, sino hacerlo mediante soluciones sostenibles, eficientes y confiables. Frente a un futuro marcado por temperaturas extremas y fenómenos climáticos más severos, urge acelerar la transición hacia fuentes de energía alternativas y reforzar la infraestructura eléctrica nacional.

La advertencia del sector industrial es clara: sin acción inmediata y decidida, el país podría pagar un precio demasiado alto.

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