Este servicio tiene como objetivo identificar e interrumpir los ciclos de la violencia y propiciar el desarrollo de habilidades de las usuarias con la finalidad de establecer límites saludables, indicó Elvira Urrutia Castro, titular del IMM.
Como parte del modelo de intervención, el área de Psicología del IMM lleva a cabo terapias grupales con las usuarias, donde a través de espacios de formación y escucha activa, las mujeres reconocen sus procesos, se reconcilian con su historia de vida y fortalecen sus redes de apoyo, detalló.
Jhovan Martínez, psicólogo de la unidad centro del Instituto, explicó que una de las manifestaciones de la violencia es aislar a las mujeres de sus redes de apoyo, por eso es fundamental que en el proceso psicológico se trate de rescatar esas redes y fortalecer los vínculos con sus familiares y otros grupos de personas para crear espacios seguros.
De este modo, mediante las sesiones grupales se construyen relaciones igualitarias y libres de violencia; además, se busca fortalecer la toma de decisiones de las usuarias a través del planteamiento de metas y su plan de vida.