Sacerdotes en Chilpancingo consiguieron que Los Tlacos y Los Ardillos frenaran los ataques en la ciudad tras semanas de sufrir ejecuciones de transportistas y amenazas en negocios y escuelas.
Ciudad de México. – El presidente, Andrés Manuel López Obrador, respaldó este jueves la negociación de paz que busca la Iglesia católica con grupos narcotraficantes en Guerrero.
«Siempre los sacerdotes, pastores, integrantes de todas las iglesias participan, ayudan, en la pacificación del país, lo veo muy bien, creo que todos tenemos que contribuir a conseguir la paz», declaró el mandatario en su conferencia matutina, esta vez desde Acapulco.
López Obrador respondió a cuestionamientos sobre la tregua que consiguieron sacerdotes en Chilpancingo, capital de Guerrero, para que Los Tlacos y Los Ardillos frenen los ataques en la ciudad, paralizada desde hace semanas por asesinatos de transportistas y amenazas que han llevado al cierre de negocios y escuelas.
Los obispos dialogaron con los criminales, quienes solo accedieron a frenar las agresiones en Chilpancingo, aunque los curas buscan que la tregua se extienda a otros puntos del estado, uno de los más violentos del país.
A una pregunta expresa de la prensa, el presidente dijo que él respalda estas conversaciones.
«Sí (respaldo), todos los que pueden ayudar, lo hace la Iglesia de Michoacán, me consta, y lo hacen en otras partes. Sí (el Gobierno respalda), nosotros lo vemos bien, lo vemos muy bien, nada más que nada de acuerdos que signifiquen conceder impunidad, privilegios, licencias para robar», manifestó.
La violencia ha escalado en Guerrero, que ocupa el séptimo lugar nacional entre los 32 estados en número de homicidios, con mil 688 asesinatos en 2023, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Este año, el estado ha padecido de los asesinatos múltiples de transportistas en Chilpancingo, niños que tomaron las armas en la sierra para defenderse de criminales, la masacre de 13 personas en el municipio Petatlán y el secuestro masivo de 9 personas en la frontera con el estado de Morelos.
El mandatario reconoció que «la responsabilidad de garantizar la paz y la tranquilidad es del Estado», pero agradeció el apoyo de los sacerdotes y la población en general.