La Selección Mexicana Sub-20 se juega esta tarde en Chile una de sus pruebas más exigentes en el Mundial de la categoría. Con un triunfo sobre España, los dirigidos por Eduardo Arce no solo consolidarían su camino hacia los octavos de final, sino que además firmarían la eliminación de uno de los equipos favoritos al título.
El escenario es el Estadio Nacional de Santiago, donde a las 14:00 horas México intentará repetir la intensidad mostrada en su debut frente a Brasil, con el que empató 2-2 en un partido que dejó claro el talento de jóvenes como Gilberto Mora, pieza clave en el ataque, y Elías Montiel, cuya creatividad ha sido motor del equipo.
España, en cambio, llega presionada. Su derrota inicial por 2-0 ante Marruecos la dejó sin margen de error. El capitán Iker Bravo pidió a su equipo transformar la frustración en energía, recordando que en el Mundial de Sudáfrica 2010 la selección absoluta también perdió en su debut y terminó levantando el trofeo. “Nada está perdido, tenemos que salir a muerte contra México”, afirmó.
El técnico Paco Gallardo analiza cambios en su once inicial. Jan Virgili, revulsivo ante Marruecos, podría tener más minutos por la banda izquierda, mientras que Pablo García es opción para aportar chispa ofensiva por el costado opuesto. La asignatura pendiente de España sigue siendo la definición: generó oportunidades en su estreno, pero sin contundencia.
México, por su parte, ha mostrado solidez y velocidad en las transiciones, un aspecto que ya puso en aprietos a Brasil y que exige máxima concentración a la zaga española. Cada pérdida de balón puede resultar letal, como lo demostró Marruecos al aprovechar dos errores para marcar sus dos goles.
Más que un partido de fase de grupos, el duelo entre México y España se perfila como un examen definitivo. Para los europeos, significa sobrevivir o regresar a casa antes de tiempo. Para México, la oportunidad de firmar uno de los grandes golpes del torneo y confirmar que está listo para competir contra cualquier potencia juvenil.