WASHINGTON, D.C.—El zar fronterizo de Estados Unidos, Tom Homan, prometió este miércoles que los cárteles mexicanos “serán borrados de la faz de la Tierra” gracias a las políticas de seguridad impulsadas por el presidente Donald Trump, en una declaración que eleva aún más la tensión entre ambos países.
Durante una rueda de prensa a las afueras de la Casa Blanca, Homan —exdirector del ICE y figura clave en la política migratoria trumpista— aseguró que los cárteles están “quebrados” y que la frontera se encuentra ahora “más segura que nunca”.
“Con todos los esfuerzos y el liderazgo del presidente Trump, vamos a eliminar a los cárteles. Esto hará que Estados Unidos y México sean más seguros”, declaró. Según Homan, la administración anterior de Joe Biden permitió que las organizaciones criminales mexicanas se enriquecieran mediante el tráfico de personas, drogas y la trata de mujeres y niños.
“Con Biden, los cárteles ganaron más que nunca. Ahora, eso se acabó”, añadió.
Estas declaraciones se suman a la postura cada vez más agresiva del gobierno de Trump hacia México. El mandatario estadounidense ha reiterado en diversas ocasiones que los cárteles tienen un control “tremendo” sobre el gobierno mexicano, llegando incluso a afirmar que las autoridades del país “están aterrorizadas de ir a trabajar”.
Durante la firma de la Ley HALT Fentanyl el pasado 16 de julio, Trump sostuvo que “los cárteles tienen mucho qué decir sobre México, porque las autoridades están completamente dominadas por ellos”.
El presidente estadounidense también ha utilizado las tensiones comerciales como instrumento de presión. Este jueves, sostuvo una llamada con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, en la que acordaron extender por 90 días los aranceles del 25% al fentanilo y a los automóviles, así como del 50% al acero, aluminio y cobre.
A cambio, México se comprometió a eliminar las “barreras comerciales no arancelarias”, y en 90 días se evaluará el camino a seguir.
Las declaraciones de Homan llegan en un momento crítico de la relación bilateral. Mientras en Washington se endurece el discurso de seguridad, en México las acusaciones sobre vínculos entre funcionarios y el crimen organizado provocan creciente indignación.
El mensaje es claro: para la administración Trump, el combate a los cárteles no es solo un asunto de seguridad nacional, sino también un elemento central en la negociación política y comercial con México.