El hallazgo de dos hombres asesinados en Chihuahua ha generado conmoción y nuevas interrogantes sobre la violencia que atraviesa la región. Fue el pasado jueves cuando las autoridades localizaron los cuerpos sin vida de dos jóvenes en el Libramiento Oriente, en un tramo despoblado de la carretera hacia Aldama.
Las víctimas fueron identificadas como Jesús Uriel Jacobo Tarango, de 24 años, y Israel Sahid V. R., de 29. Ambos presentaban huellas de violencia extrema. La identificación de los cuerpos ocurrió el mismo día en que fueron localizados.
Jesús Uriel había sido reportado como desaparecido días antes. Su caso llamó la atención luego de que en redes sociales comenzara a circular un video atribuido a un grupo del crimen organizado. En las imágenes, se observa al joven con los ojos cubiertos por un trapo y cinta adhesiva, aparentemente amarrado. En ese estado, se identifica con su nombre y narra que fue privado de la libertad en la colonia Campesina, en Ciudad Aldama, lugar donde residía.
El material audiovisual, sumado al hallazgo de los cuerpos, ha intensificado la preocupación entre la población y provocado un despliegue de corporaciones de seguridad en la zona.
Hasta ahora, la Fiscalía no ha revelado detalles sobre las circunstancias del crimen ni ha ofrecido información sobre posibles líneas de investigación. Lo único confirmado es que distintas instancias de seguridad participan en las indagatorias para esclarecer el caso y dar con los responsables.
La violencia registrada en este punto de Chihuahua vuelve a colocar a la entidad bajo los reflectores, mientras familiares y vecinos de las víctimas exigen justicia y claridad sobre los hechos.