El clima de violencia e inseguridad que azota distintas regiones del país, sumado a tragedias recientes, ha llevado a que gobiernos estatales y municipales decidan cancelar las celebraciones por el Día de la Independencia.
En Veracruz, la situación se tornó crítica tras el secuestro y posterior asesinato del excandidato morenista a la alcaldía de Coxquihui, Ramón Valencia Pérez, cuyos restos fueron hallados en bolsas de plástico. A raíz de este hecho y de nuevos episodios de violencia, municipios como Coahuitlán, Coxquihui, Cerro Azul y Zozocolco confirmaron que este año no realizarán eventos públicos.
La violencia también impactó en Michoacán. Este domingo, los ayuntamientos de Zinapécuaro y Peribán anunciaron la suspensión de sus festejos patrios por motivos de seguridad. En Zinapécuaro se registraron bloqueos carreteros y quema de vehículos, hechos por los que siete personas fueron detenidas. En Uruapan, el alcalde Carlos Manzo decidió cancelar las celebraciones tras un ataque armado contra policías municipales. Desde sus redes sociales, responsabilizó a grupos criminales que, dijo, buscan intimidar a la población con armas de uso exclusivo del Ejército. Asimismo, solicitó el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum para recuperar el orden en la entidad.
La Ciudad de México tampoco estuvo ajena a la tragedia. La explosión de una pipa en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, dejó hasta ahora 13 personas fallecidas y 30 hospitalizadas. Ante la emergencia, la alcaldía informó que no se realizará la verbena popular prevista y que se limitarán a una ceremonia cívica en la explanada.
En Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya dio marcha atrás a los preparativos que ya estaban en curso en Culiacán y anunció que los festejos se reducirán a un acto protocolario. La decisión se da en un contexto de creciente violencia en la entidad, marcada por la disputa entre las facciones criminales de “Los Chapos” y “Los Mayos”.
Con estos anuncios, las celebraciones del 15 y 16 de septiembre se verán limitadas en varios estados, reflejando un panorama en el que la inseguridad y los desastres recientes han desplazado las tradicionales fiestas patrias.