El cierre parcial del Gobierno federal de Estados Unidos ha comenzado a afectar de manera significativa los cruces fronterizos entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, generando filas de vehículos de hasta seis horas debido a la reducción de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. La situación, presente desde el fin de semana, impacta la economía binacional, pues complica el traslado diario de trabajadores, turistas y mercancías.
El comercio entre Juárez y El Paso es uno de los más activos de la frontera entre México y Estados Unidos, con miles de personas cruzando a diario por motivos laborales, familiares o de compras. Autoridades locales advirtieron que las demoras podrían mantenerse mientras persista la falta de personal completo en las garitas internacionales de Ciudad Juárez, localidad con más de 1.5 millones de habitantes y altamente dependiente de las exportaciones hacia Estados Unidos.
En paralelo, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el Gobierno mexicano mantiene negociaciones con autoridades estadounidenses para evitar los aranceles del 25% a camiones medianos y pesados que el presidente Donald Trump había anunciado para el 1 de noviembre. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ya sostiene conversaciones con Washington, y Sheinbaum no descartó intervenir personalmente si fuera necesario.
Aunque los aranceles aplican a todos los países, el impacto recaería principalmente en México, que representa cerca del 80% de las importaciones estadounidenses de vehículos pesados. La mandataria aseguró a la industria automotriz que su gobierno hará todo lo posible para proteger las exportaciones nacionales.
Sheinbaum también destacó que durante la visita del secretario de Estado de EU, Marco Rubio, se fortaleció un “nuevo marco de entendimiento” en materia de seguridad, que permitirá cooperación en inteligencia y combate al crimen organizado sin que exista injerencia de Washington en territorio mexicano.