Los Seattle Mariners comenzaron con el pie derecho la Serie de Campeonato de la Liga Americana al vencer 3-1 a los Toronto Blue Jays en el Rogers Centre, gracias a una brillante actuación de su abridor Bryce Miller y un batazo decisivo de Cal Raleigh.
Miller, quien llegó al montículo apenas tres días después de lanzar en el maratónico juego de 15 entradas del pasado viernes en la Serie Divisional, se repuso de un inicio complicado. En su primer lanzamiento permitió un cuadrangular solitario de George Springer, pero a partir de ahí se mantuvo intratable: completó seis entradas de dominio total sin admitir más carreras. En ese lapso, retiró cinco episodios consecutivos sin permitir un solo corredor y solo otorgó una base por bolas antes de cerrar su labor con serenidad frente a una ofensiva de Toronto que había promediado 8.5 carreras por juego en la ronda anterior.
El empate de Seattle llegó en la sexta entrada, cuando Cal Raleigh —candidato al Jugador Más Valioso y figura de la serie previa— conectó un cuadrangular monumental por el jardín derecho ante el abridor Kevin Gausman. Instantes después, Julio Rodríguez negoció una base por bolas, avanzó con un lanzamiento descontrolado del relevista Brendon Little y anotó con un sencillo de Jorge Polanco para poner el marcador 2-1.
Ya en la octava, Polanco volvió a responder con otro imparable productor que amplió la ventaja 3-1. El bullpen de los Mariners, visiblemente desgastado tras la extenuante serie frente a Detroit, respondió a la perfección: Gabe Speier, Matt Brash y el cerrador Andrés Muñoz se combinaron para lanzar tres entradas sin permitir daño y asegurar la victoria.
Entre Miller y los relevistas, los Mariners limitaron a la poderosa ofensiva canadiense a una sola carrera y apenas unos cuantos hits, consumando un triunfo estratégico que les otorga la ventaja en la serie y les permite arrebatar la localía.
Toronto buscará igualar la serie este lunes en casa, cuando se dispute el segundo encuentro a las 17:15 horas (tiempo del Este), mientras Seattle llega con el impulso de un triunfo que demostró temple, resistencia y eficacia en el momento justo.