Tulum, QR.– El destino turístico de Tulum atraviesa una etapa de desaceleración, tanto en el sector hotelero como en el inmobiliario, revelan empresarios y representantes del sector turístico. Durante la reciente temporada de verano, la ocupación promedio de los hoteles apenas alcanzó el 30 por ciento, un indicador preocupante para un destino que durante años experimentó crecimiento acelerado.
Para los expertos, la situación no se explica únicamente por factores recientes como el recale de sargazo o la temporada baja, sino por rezagos estructurales de más de 20 años en infraestructura, planeación urbana y servicios básicos.
Miguel Ángel Lemus Mateos, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios de Quintana Roo (Adiqroo), señaló que Tulum requiere una reingeniería integral que abarque desde la planeación urbana y la infraestructura hasta los procesos de permisos y licencias.
“Tulum necesita proyectos que garanticen flujo turístico natural, certeza jurídica y capacidad de infraestructura suficiente”, indicó.
Lemus Mateos apuntó que la expansión desordenada de los últimos años, con un aeropuerto alejado del centro y una mezcla irregular de ejidos y propiedad privada, ha generado servicios básicos insuficientes, sobreoferta de desarrollos —unos 560 en construcción— y problemas de accesibilidad a las playas. También criticó políticas que restringieron el acceso público a zonas costeras.
Por su parte, Sergio González Rubiera, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (Amatur), coincidió en que el glamour del destino ha ocultado deficiencias estructurales que afectan la experiencia turística. Entre ellas destacó la falta de drenaje eficiente, descargas residuales al mar, inseguridad, problemas de salud pública, baches y alumbrado insuficiente.
González Rubiera subrayó la necesidad de revisar la promoción turística y ajustar precios y tarifas locales para mantener la competitividad del destino.
“No basta con atraer visitantes de alto poder adquisitivo; la oferta debe ser accesible y segura para garantizar ocupación constante y estabilidad económica para operadores turísticos y comercios locales”, señaló.
A esta problemática se suma el sargazo, que ha reducido la ocupación hotelera y desviado la atención de turistas hacia otros destinos, agravando la desaceleración que enfrenta Tulum.