El espectacular ascenso del oro llegó a su fin con una caída que estremeció a los mercados internacionales. Tras alcanzar un máximo histórico el lunes, el metal precioso perdió más de 5% el martes, en lo que representa su mayor desplome en más de diez años.
Durante la jornada del miércoles, el oro registró una ligera recuperación y cotizaba en 4,141.48 dólares por onza troy hacia la 1:46 de la madrugada (hora del Este de Estados Unidos), con un avance menor al 0.4%. Sin embargo, la sesión previa fue de alto impacto: el precio al contado llegó a caer hasta 6.3%, tocando los 4,082.03 dólares por onza, tras haber alcanzado un récord de 4,381.21 dólares apenas un día antes. Los futuros estadounidenses cerraron con una baja de 5.7%, su mayor retroceso porcentual desde abril de 2013. Plata y platino también se desplomaron, con pérdidas de 7% y 5%, respectivamente.
Especialistas atribuyen la fuerte corrección a la toma de ganancias tras semanas de compras masivas que llevaron al oro a niveles considerados sobrecalentados. En lo que va de 2025, el metal ha ganado más de 50%, superando incluso los repuntes registrados después del 11 de septiembre, la crisis financiera de 2008 y la pandemia de Covid-19. Solo en los últimos dos meses, el incremento acumulado fue de 25%, impulsado por el aumento de la deuda estadounidense, la incertidumbre política y las expectativas de nuevos recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
El viraje se produjo ante señales de una posible distensión comercial entre Estados Unidos y China, así como por la recuperación del dólar. Inversionistas aprovecharon para asegurar ganancias antes de una nueva ronda de negociaciones entre ambos países, prevista para finales de esta semana, y del encuentro que sostendrán el presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping la próxima semana. “Creo que lograremos un acuerdo muy justo con el presidente Xi”, declaró Trump el lunes.
Otro factor que contribuyó a la baja fue la disminución de la demanda física tras el fin del festival Diwali en India, el segundo mayor consumidor de oro a nivel mundial.
El mercado ahora observa con cautela los próximos movimientos, mientras los analistas coinciden en que el frenesí dorado podría dar paso a una etapa de mayor volatilidad y correcciones más frecuentes en el corto plazo.