Aeroméxico presentó este viernes una solicitud ante la Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito de Estados Unidos para suspender la orden emitida por la administración del presidente Donald Trump, que obliga a la aerolínea mexicana a disolver su alianza con Delta Air Lines antes del 1 de enero de 2026.
El acuerdo, vigente desde hace casi nueve años, permitía a ambas compañías coordinar operaciones en rutas entre México y Estados Unidos, incluyendo horarios, precios y capacidad de vuelos, lo que fortaleció su presencia en el mercado binacional y mejoró la conectividad entre ambos países.
Aeroméxico argumentó que la disolución del acuerdo implicaría costos financieros significativos e irreversibles, incluso si posteriormente un tribunal llegara a revertir la decisión. La empresa calificó la medida como una amenaza directa a la estabilidad de sus operaciones y a la competitividad del sector aéreo entre ambas naciones.
La orden del Departamento de Transporte estadounidense, emitida en septiembre, formó parte de una serie de acciones del gobierno de Trump dirigidas a la aviación mexicana, bajo el argumento de promover una mayor competencia en el mercado. Sin embargo, expertos advierten que la ruptura podría generar el efecto contrario, reduciendo opciones de vuelo, elevando tarifas y afectando la oferta laboral en ambos países.
Con el mandato en marcha, Aeroméxico y Delta deberán dejar de operar como una sola entidad a partir del 1 de enero de 2026, lo que marcará el fin de una alianza estratégica que transformó la relación aérea entre México y Estados Unidos. La decisión abre un panorama de incertidumbre para pasajeros, trabajadores y autoridades del sector, ante el riesgo de una reconfiguración completa del mercado transfronterizo.