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Cooperstown tendrá nuevos miembros

San Juan – El exbateador designado Edgar Martínez y el exjardinero Bernie Williams encabezan un grupo de cuatro puertorriqueños que el miércoles buscarán votos para ser seleccionados al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.

Martínez irá por su cuarta oportunidad para entrar al Salón de los Inmortales en Cooperstown, Williams lo hará por segunda ocasión, mientras que el exreceptor Sandy Alomar y el exrelevista Roberto Hernández debutarán en la papeleta de la Asociación Americana de Escritores de Béisbol (BBWAA).

Martínez, quien fue elegido siete veces al Partido de las Estrellas, consiguió el año pasado el 36,5 por ciento de votos de los miembros del BBWAA, un aumento de casi 4 por ciento después de la votación del 2011, donde obtuvo el 32,9 por ciento.

El extoletero de los Marineros de Seattle salió como designado en 1.412 de los 2.055 partidos de su carrera por lo que en el 2004, las Grandes Ligas lo distinguió con su nombre al Mejor Bateador Designado.

Además, ganó dos títulos de bateo en la Liga Americana (1992 y 1995) para conseguir .312 de promedio con 309 jonrones.

Inclusive, fue escogido como bateador designado al Juego de Estrellas del 1996 a pesar de que el partido se llevó a cabo en el estadio de Filadelfia, de la Liga Nacional.

Martínez tiene también entre las estadísticas 514 dobles, 1.261 carreras impulsadas y 1.209 carreras anotadas, pero el hecho de haber jugado casi exclusivamente como designado le restará votos entre algunos periodistas que no dan importancia a esa posición.

Williams, por su parte, logró obtener el 9,6 por ciento de los votantes en su primer año de elegibilidad. Según las reglas, los expeloteros deben conseguir al menos anualmente un 5 por ciento de las votaciones para continuar en las boletas hasta un máximo de 15 años.

Williams se destacó en su carrera porque defendió por 16 temporadas el jardín central con los Yankees de Nueva York, ganó el título de bateo de la Liga Americana en 1998, con promedio de .339 antes de retirarse en la temporada del 2006.

El ex toletero de los Yankees se retiró con promedio de bateo de por vida de .297, 2.336 imparables y 287 jonrones.

Jugando para los Yankees, se hizo de cuatro títulos de Serie Mundial, fue seleccionado para participar en cinco Juegos de las Estrellas y ganó cuatro Guantes de Oro.

Alomar, mientras tanto, no se percibe que logre el mínimo del cinco por ciento para repetir en la boleta a pesar de que fue escogido a seis Juegos de Estrellas, ganó el premio al Novato del Año del 1990 y ese mismo año obtuvo el Guante de Oro.

Hernández, por su parte, logró 326 salvamentos, buenos para ocupar el puesto 13 en todos los tiempos.

Solo tres puertorriqueños han sido escogidos al Salón de la Fama de las Grandes Ligas. Estos son, Roberto Clemente, Orlando ‘Peruchín’ Cepeda y Roberto Alomar.

Roberto Alomar, Edgar Martínez, Bernie Williams y Roberto Hernández formaron parte además del llamado «Equipo de ensueño» que representó a Puerto Rico en la Serie del Caribe del 1995 que se jugó en el estadio Hiram Bithorn de San Juan.

En aquella plantilla también estuvieron reconocidos jugadores como Juan ‘Igor’ González, Carlos Delgado, Rubén Sierra, Carmelo Martínez y Rey Sánchez.

Fuente: FoxSports

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Dodgers se enfrentan al ICE: rechazan uso del estadio como base para redadas migratorias

En un acto sin precedentes, los Dodgers de Los Ángeles negaron este jueves el acceso a vehículos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) a los estacionamientos del Dodger Stadium, en lo que representa una clara postura frente a las redadas migratorias que han estremecido a la comunidad latina en California.

La organización deportiva, considerada uno de los símbolos más influyentes de la ciudad, emitió un mensaje contundente a través de su cuenta oficial en X: “Esta mañana, ICE agentes llegaron al Dodger Stadium y solicitaron permiso para acceder a los estacionamientos. La organización les negó la entrada. El juego de esta noche se jugará según lo programado.”

Fuentes locales señalan que los vehículos del ICE —algunos adaptados para operaciones logísticas y detenciones— habían intentado establecer una posible área de concentración temporal cerca de la Puerta E, en Elysian Park, como ha sucedido en otras zonas como Hollywood o Pasadena. Sin embargo, la administración del equipo, respaldada por el carácter mayoritariamente privado del inmueble, ejerció su derecho de admisión para frenar el intento.

Parte del terreno del estadio sigue en manos del expropietario Frank McCourt, pero la decisión final fue consensuada dentro de la directiva del club, que ha enfrentado presión en días recientes para asumir un rol más activo frente a las detenciones migratorias.

Ese mismo día, se esperaba que los Dodgers presentaran un plan de apoyo a organizaciones que brindan asistencia a inmigrantes afectados por redadas. Lo ocurrido marca, según activistas y medios locales, “la primera respuesta contundente” del club en defensa de su afición migrante, históricamente base fundamental de su identidad y legado.

Alrededor de dos decenas de manifestantes se congregaron de manera pacífica frente al estadio para exigir el retiro del ICE y mostrar solidaridad con las comunidades afectadas. La Policía de Los Ángeles (LAPD), a solicitud del equipo, mantuvo a los manifestantes fuera del acceso principal.

La concejala Eunisses Hernández, en declaraciones posteriores, criticó la presencia de ICE en zonas cercanas al estadio y celebró la decisión de los Dodgers al señalar: “Propiedad privada es diferente. Pueden decir: ‘no en mi propiedad’.”

También hubo pronunciamientos dentro del vestidor. El pelotero puertorriqueño Kiké Hernández expresó públicamente su respaldo a la comunidad migrante, sumándose al mensaje de inclusión que la organización ha querido reforzar.

Pese a la tensión, el encuentro entre Dodgers y Padres se celebró sin contratiempos, con gradas llenas y sin alteraciones en el campo. Pero el gesto del club no pasó desapercibido: en una ciudad donde la inmigración es parte esencial del tejido social, los Dodgers han decidido no quedarse al margen.

Lo sucedido podría marcar un precedente sobre el papel que equipos deportivos pueden asumir ante políticas migratorias controvertidas. En un momento donde el deporte y la política se entrelazan más que nunca, los Dodgers no solo jugaron un partido este jueves: también fijaron una postura.

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