La Confederación Nacional Campesina denunció hoy que más del 50 por ciento de la población infantil del campo se encuentra desnutrida y 70 por ciento de esos pequeños son indígenas, por lo que lamentó que el Gobierno Federal haya sido reprobado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en protección a la niñez, principalmente en salud, nutrición y educación, además de censurar el trabajo infantil en campos agrícolas y confirmar que las regiones indígenas cuentan con menor protección a los derechos de los niños.
La central campesina que encabeza el diputado Gerardo Sánchez García demandó que se castigue la explotación laboral infantil, pues muchos niños y adolescentes son obligados a trabajar en condiciones infrahumanas; denunció que la explotación laboral de los menores en el campo, llega al grado de que en la mayoría de los casos perciben 2 dólares, poco más de 20 pesos, por jornada de trabajo.
De los seis millones de jornaleros agrícolas que se emplean en los campos agrícolas del país, más de tres millones son niños de entre 6 y 14 años y realizan sus actividades al margen de cualquier protección laboral, cuando aportan alrededor del 30 por ciento del ingreso familiar, indicó una investigación del organismo.
La CNC demandó a la Secretaría del Trabajo la presencia de Procuradores en las unidades agrícolas o agropecuarias, para evitar la violación a los derechos y la explotación de los niños campesinos.
De igual forma, pidió a esta dependencia terminar con la simulación que existe en México con relación al empleo infantil, ya que la pobreza los empuja a entregar su infancia al trabajo.
Manifestó también que alrededor de 500 mil niños menores de 14 años de edad, que son jornaleros migrantes o que viven en algunas de las 98 mil localidades más apartadas del país, no pueden ser atendidos en las escuelas. Lo peor, dijo, es que aún no encuentran la forma de cómo incorporarlos a la educación.
Aseguró que la explotación del trabajo infantil, fundamentalmente en el noroeste del país por las grandes empresas trasnacionales y productores privados es lo que ha hecho rentable la producción de frutas y hortalizas de exportación.
En algunas regiones agrícolas del noroeste, dedicadas a los cultivos que se exportan, agregó, la cuarta parte de la fuerza laboral son niños o adolescentes, quienes aportan el 30 por ciento del ingreso familiar con jornadas que rebasan las ocho horas diarias, salarios inferiores al mínimo; expuestos a condiciones insalubres y desprovistos de cualquier tipo de seguridad social.
Testimonios recogidos por la central campesina señalan que los menores y adolescentes son explotados por capataces de los campos agrícolas, violándose flagrantemente el artículo 123 Constitucional.
Las cifras del estudio realizado por la CNC muestran la importancia del trabajo infantil en la economía familiar, pues en los estados de atracción para la población migrante, del norte y noroeste del país, del total de jornaleros agrícolas el 27 por ciento son niños de entre 6 y 14 años de edad; de ellos el 53por ciento son varones y el 47por ciento mujeres.
Ante estas circunstancias, manifestó la urgencia de reconocer la realidad de los niños y adolescentes que trabajan en los campos agrícolas y realizar las modificaciones pertinentes a la Ley Federal del Trabajo de manera que se erradique definitivamente la explotación de que son objeto.
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