Sonia de 26 años de edad, estaba reunida con amigas y al salir a acompañar a una de ellas a su casa, fue abordada por un joven de 14 años, quien la amenazó con un cuchillo, se la llevó a un arroyo, donde la retuvo, despojándola de sus pertenencias y agrediéndola sexual y físicamente. En un descuido de su agresor ella logro huir y pedir auxilio, siendo detenido minutos después.
En juicio oral ante el Tribunal de Justicia Especializada para Adolescentes llevado a cabo el pasado mes de abril, bajo los delitos de robo agravado, violación y secuestro exprés; la abogada coadyuvante del CEDEHM, participó activamente durante el juicio, velando por los derechos de la víctima, como son preservar su identidad y privacidad al rendir su testimonio. Durante el juicio ella y sus testigos declararon en una sala anexa, por tratarse de un delito de secuestro.
La coadyuvancia visibilizó que a pesar del tiempo transcurrido del suceso, la vida de la víctima jamás sería igual; porque aún cuando la retención fue corta, se demostró que cuando una mujer es agredida en su libertad sexual y de tránsito, las consecuencias sociales, físicas y psicológicas dejan huellas imborrables que trastocan varios ámbitos de su vida. El CEDEHM, reconoce que el juicio se desarrollo dentro de un ambiente profesional y de respeto entre las partes, donde se acredito fehacientemente la afectación y repercusiones que la víctima tuvo en su vida.
En dicho juicio la colaboración del CEDEHM con la Agente del Ministerio Público adscrita a la Unidad Especializada de Justicia para Adolescentes Infractores, fue excelente ya que estuvo abocada a probar los hechos que se imputaban al menor y en todo momento pedía la colaboración y opinión de la coadyuvancia; colaboración que el Ministerio Público debería solicitar en todos los casos en el logro de resultados favorables en beneficio de la víctima.
El juez reconoció que efectivamente el hecho trastoco su vida diaria, impidiéndole realizar en forma normal sus actividades, pues la víctima señaló que hasta la fecha vive con miedo, cambio su forma de ser y de vestir, teniendo el temor de que cualquier otra persona le pudiese hacer lo mismo. El Juez resolvió que debe proporcionársele a la víctima atención psicológica a efecto de que su vida vuelva a ser lo que era en la medida de lo posible de acuerdo a la atención sugerida por los expertos, consistente en mínimo 50 sesiones de terapia.
A su vez, la autoridad condeno la reparación del daño moral en los términos solicitados por la cuadyuvancia del CEDEHM, “porque hubo una alteración profunda en que una persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos físicos; o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás”.
Otorgando una Sentencia de 7 años 9 meses, por encontrar al menor penalmente responsable de los delitos, informando a este que aun y cuando en su declaración mencionó que “la víctima le había propuesto tener relaciones sexuales”, todas las pruebas demostraban lo contrario y que el dicho de la víctima en los delitos sexuales era preponderante, tal como solicito la abogada del CEDEHM.
Es importante señalar que la Juez especializada en Justicia para Adolescentes Infractores en ningún momento limitó la participación de la coadyuvancia y dio el fallo condenatorio fundamentado en la Convención Interamericana para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer, “Belem Do Pará”, en la Sentencia del“Campo Algodonero”, así como en la Ley Estatal del Derecho de las Mujeres a un Vida Libre de Violencia, a solicitud de la coadyuvancia.
Es preocupante que este tipo de delitos hayan sido cometidos por un adolescente, pues refleja la ausencia de políticas públicas integrales destinadas a la atención de jóvenes. Es obligatorio que el Estado revise los programas de internamiento para menores infractores, con la finalidad de que al cumplir la sanción penal impuesta pueda garantizar que el joven asuma de nueva cuenta una función responsable y constructiva en la sociedad, señalo el área jurídica del CEDEHM.
Redacciòn: Corina Muruato
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