Primero fue la criminalización de los jóvenes, en general, durante el gobierno de Felipe Calderón, pero ahora son los universitarios quienes están en la mira, luego de la detención de Luis Elí López Enríquez, presidente de la sociedad de alumnos de la Universidad del Valle de México, campus Chihuahua.
En una campaña que parece más de algunos medios de comunicación que del propio gobierno o de la sociedad, ahora los casos de Luis Eli y de la joven Ana Carolina López, han despertado toda clase de conjeturas entre algunos comunicadores, quienes consideran que siete muertos (uno de ellos descuartizado) en Guadalupe y Calvo, son hechos aislados, mientras que dos crímenes realizados por estudiantes en circunstancias totalmente distintas, son indicio de una grave descomposición de los universitarios. Curiosa lógica…
Pero donde sí tratan bien a los muchachos es en el PRD, ya que Hortensia Aragón no podrá ser postulada como número uno de las plurinominales, por el simple hecho de que no vive en Chihuahua, sino que su domicilio está registrado en el DF, así que cedió el espacio a su sobrina Rubí Lizbeth Gómez Aragón.
Así, sería la segunda sobrina colocada en espacios legislativos, ya que la otra es actualmente diputada federal. El puro estilo de los Aguilar.
Estas prácticas son las que han alejado a los perredistas de cepa de su partido, mientras la dirigencia nacional anda cachando moscas y perdida en la política central, así que no ha puesto demasiado interés en las candidaturas comunes que ha hecho el PRD con el PRI en Chihuahua.
Quienes sí piensan actuar respecto a las coaliciones, son los panistas, quienes ya presentaron una impugnación ante el Instituto Estatal Electoral, para tratar de echar por tierra las coaliciones totales, parciales y las candidaturas comunes con el Panal, PVEM, el PT y el PRD.
Pero ese no es el único obstáculo que queda por saltar en la ya accidentada marcha de Hortensia Aragón, Héctor Barraza y Pável Aguilar en su romance con el PRI, sino que Óscar Gómez, presidente del PRD municipal, también impugnó e incluso aseguró que el documento de la Comisión Política Nacional perredista, que presentaron ante el IEE, es falso.
Pero además de las jugadas judiciales, los panistas ya se percataron, más tarde que a tiempo, que la campaña de Miguel Riggs naufraga inexorablemente, pues pareciera querer quedar bien con las señoras de su cuadra o de plano dar lástima, pues refleja todo menos ser un candidato.
Basquetbol, su propia niñez y actividades triviales, son el eje de su campaña, la cual ha sido hasta ahora francamente penosa. Su mayor enemigo es el tiempo y está desperdiciando el poco que le queda. Háganlo entender. Por suerte para él, ya llegó Juan Blanco y su maquinaria, a ver si despierta.
Otro que llegó a despertar sonrisas fue el ex gobernador José Reyes Baeza, quien cumplió los pronósticos y llevó una amena convivencia con el gobernador César Duarte, muestra de la madurez política de ambos, pues comprenden que la división interna afecta a todos, o si no, que vean al PAN. Además de los ya mencionados, estuvieron ahí Sebastián Lerdo de Tejada, director general del ISSSTE, Jorge Esteban Sandoval y Sergio Piña Marshall.
Pero llegando a Chihuahua, el ánimo del gobernador se enturbió a causa del movimiento “100 horas por la democracia y los derechos humanos”. El mandatario adelantó que “no se dejaría llevar al lodazal” y les recriminó estar en contra de Chihuahua y de su gobierno.
Se quejó de que estos grupos destacan “solo las cosas malas”, y durante casi una hora se desahogó contra todos esos grupos que, mediante redes sociales y medios alternativos, critican su gestión.
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