La Confederación Nacional Campesina anunció que entre sus asuntos legislativos prioritarios destacan lograr la Ley de Planeación para la Seguridad Alimentaria para evitar la tentación de “reinventar” esta política en cada sexenio de gobierno, sobre todo ahora que ha empezado a cambiar el campo mexicano tras 12 años de abandono durante las administraciones panistas.
El senador y presidente de la CNC, Gerardo Sánchez García, reconoció también que a seis meses del actual gobierno se cumple con hechos el propósito de que el sector agroalimentario tendrá atención prioritaria, como lo prueba los apoyos a través del Programa Nacional contra la Sequía, el aumento a la leche que Liconsa paga a los productores del sector social, el impulso a la ganadería y a las zonas rurales de autoconsumo.
En respuesta, dijo, los más de 4 millones de campesinos cenecistas han refrendado su disposición a lograr, en alianza con el gobierno, los propósitos de la Cruzada Nacional contra el Hambre, por lo que a través de sus legisladores la CNC propondrá al Congreso de la Unión una Ley-Programa-Presupuesto transexenal de largo plazo, mínimo de siete años, en el que se defina la política para el sector agroalimentario; así como la promulgación de la Ley Reglamentaria de las modificaciones a los Artículos cuarto y 27 constitucionales.
Porque “la situación en el campo debe revertirse, pues no podemos aspirar a ser un país desarrollado si no resolvemos la marginación e inequidad en la que viven nuestros compatriotas, ya que la pobreza extrema se ha apoderado de más de 12 millones de habitantes rurales, mayoritariamente indígenas y campesinos, escenario que es resultado de la falta de una política de atención al agro”, firmó el senador guanajuatense en reunión de trabajo.
El dirigente de la CNC aseguró que el éxito de la Cruzada Nacional contra el Hambre depende en gran medida de aumentar la producción de alimentos y no de la dependencia del inestable mercado internacional, de ahí que con el PND haya resurgido la esperanza en el sector agropecuario al implicar más inversiones públicas y privadas frente a un rezago ancestral de más de 30 años.
Sánchez García destacó la importancia de este propósito al considerar que en los últimos seis años a nivel mundial ha sido mayor el crecimiento de la demanda de alimentos que el de la producción, lo que se ha traducido en una crisis alimentaria mundial y uno de los grandes riesgos que enfrenta el país.
Explicó que el encarecimiento de los insumos para la actividad agropecuaria junto con el acelerado crecimiento económico de países en desarrollo como Brasil, Rusia, India, China y África del Sur ha implicado cambios en la dieta de sus enormes poblaciones; lo que ha generado el aumento en la demanda mundial de alimentos junto a cambios climáticos que afectan a la producción de alimentos, ocasionando que los países exportadores reduzcan su oferta en los mercados internacionales.
Ante esta situación, advirtió de la posibilidad de escasez en el abasto de alimentos a nivel mundial, reprobó que por tres décadas se haya recomendado a México importar comida barata, lo que ha puesto en alto riesgo la seguridad alimentaria al grado de que la FAO señala que si no se modifica drásticamente la política agroalimentaria, en el año 2030 el país importará el 80% de lo que se consume y se convertirá en el primer importador mundial.
Finalmente, el líder de la CNC manifestó que una situación así es inaceptable por el enorme potencial productivo que tiene el país e insistió en establecer un Pacto Social de todos los integrantes del Sistema Alimentario Nacional para ampliar el mercado interno del sector, mitigar el alza de precios de los alimentos básicos a causa del desabasto y especulación, así como aumentar la producción de maíz, trigo, frijol, arroz, soya, sorgo, leche, carne de bovino, porcino y ave con el propósito de reducir en 50% el volumen que se importa de esos productos alimentarios básicos.
Redacción: Corina Muruato
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