El senador Gerardo Sánchez García, presidente de la CNC, anunció que gestionará ante las instancias correspondientes enfocar acciones para mejorar la infraestructura agroindustrial, pues actualmente no se cuenta con centros de beneficio en función de la importancia y el valor de la producción de hule en esas regiones.
Por su parte, el dirigente de la Unión Nacional de Productores de Hule, Martín Piña Zumaya, señaló que la calidad del látex es la principal limitante para que se pueda cotizar el hule a mejores precios, pues los productores de esta rama de la agroindustria se encuentran con serios obstáculos para agregar valor a la materia prima que obtienen del Hevea brasiliensis o árbol de caucho, como se le conoce por su nombre común, porque de esa condición depende el precio que rija en el mercado.
El precio que se pagaba hace algunos años, dijo, era de entre 22 y 26 pesos el kilogramo de hule seco, mientras que recientemente, por las excesivas importaciones que realiza la industria hulera del país, bajó la cotización hasta ubicarse en ocho pesos el kilogramo.
Sin embargo, después de negociaciones con la industria y la participación del gobierno federal, se llegó a un precio de 11 pesos el kilogramo, lo cual sigue siendo insuficiente para recuperar los costos de producción, refirió el dirigente Piña Zumaya.
“Creemos que estamos siendo avasallados por la introducción de hule del exterior, hasta de Guatemala, que es un país poco productor. Esto sucede, añadió, porque no hay un arancel compensatorio e inclusive se dan casos de que algunos industriales guatemaltecos entran a México a comprar hule en látex, lo procesan y nos lo devuelven a precios mucho más altos”. Esto no lo ve SAGARPA, no lo ve Economía, no lo ve nadie. No lo ve, en suma, el gobierno federal.
Destacó que, por acuerdo de los productores de hule, tienen la propuesta de formación de una empresa comercializadora del producto, donde la Secretaría de Economía establezca las reglas de operación, y se dé una estrecha coordinación con SAGARPA y las distintas instituciones relacionadas con esta actividad. En este aspecto, pidió al senador Sánchez García su intervención ante las instancias gubernamentales, a fin de lograr ese propósito que vendría a beneficiar a más de 10 mil productores de hule de la región.
Así, juntos, buscar la operación de esa comercializadora, para que no sean solamente unos cuantos quienes se lleven los dividendos que corresponden a grupos indígenas, que son los realmente necesitados y deben ser los beneficiarios de las bondades del cultivo del hule.
El hule natural es utilizado en el mundo para la elaboración de más de 40 mil artículos y su demanda se incrementa con el desarrollo de los países y su población. La producción mundial de este producto fue, en 2007, de alrededor de 8.2 millones de toneladas de hule seco, misma que fue utilizada por las industrias de neumáticos, calzado, látex, uso médico, equipamiento de automóviles, adhesivos, entre otros.
Actualmente el hule natural es producido de manera importante en poco más de una veintena de países, aunque sólo tres –Tailandia, Indonesia y Malasia– concentran el 85 por ciento de la producción. En el consumo mundial destaca Estados Unidos, con una demanda de un millón de toneladas anuales.
En el mercado internacional se observa una tendencia hacia el aumento de la demanda, por aproximadamente 4 por ciento, mientras que el índice de producción de hule se ha establecido en el 2 por ciento anual. Países como China, que produce alrededor de 600 mil toneladas anuales, se ha ubicado en el cuarto puesto en el ranking de países productores. Actualmente realizan inversiones fuertes en nuevas plantaciones, así como en su tecnología y métodos de cosecha, lo cual mejora notablemente su productividad.
La superficie cultivada en México se encuentra en cuatro estados: Veracruz, con 12,300 hectáreas; Oaxaca, con 7,500; Chiapas, con 3,900 y Tabasco con 2,300. México produce 10 mil toneladas anuales de hule seco y consume más de 100 mil; es decir importa alrededor de 90 mil toneladas, principalmente de Indonesia, Guatemala y Malasia, con un valor superior a los 100 millones de dólares anualmente.
A pesar de contar con condiciones de suelo, clima y tecnología que permitirían ser autosuficientes en este producto, aún tenemos baja producción en campo, tratamientos postcosecha inadecuados, en virtud de que disminuyen la calidad como materia prima de una industria tan importante como es la hulera mexicana.
Redacción: Corina Muruato
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