Quizá apenas les estaba agarrando el hilo, pero olvídese. Las campañas terminan este miércoles a las 00:00 horas, aunque realmente culminaron este fin de semana con cierres masivos, expectativas y mucho ánimo entre los candidatos.
Así se acerca el final de esta comedia que muchos insisten en llamar “democracia”, una democracia muy a la mexicana basada en el voto del hambre, en la apatía ciudadana, en los arreglos cupulares y mil pifias más que impiden que se le pueda llamar propiamente un proceso democrático.
El gran rival a vencer no es Miguel Riggs o Javier Garfio, es el abstensionismo, pues se proyecta que, en el mejor de los casos, solo la mitad de los chihuahuenses irá a votar, ya que muchos no se sienten representados por ningún candidato, en las campañas no hay ideología o proyectos claramente diferenciados.
El acarreo es el que decidirá quién será el próximo alcalde y como en la democracia mexicana se gana por un voto, pues no hace falta tampoco que la ciudadanía se involucre. El IEE ya cumplió poniéndoles a la guapísima Aracely Arámbula ¿qué más quieren?
En la campaña de Miguel Riggs hay una confianza delirante en un triunfo inesperado. Creen que las recientes pifias del PRI y de los gobiernos emanados de ese partido harán olvidar a los Chihuahuenses doce años de masacre, de fracasos y de desprecio del Gobierno Federal Panista, que tres años de PRI ya bastaron para olvidar las trácalas azules en el municipio de Chihuahua.
El PAN asegura ser una opción honesta y ciudadana, pero ese PAN jamás ganó, pues se le impuso la corriente clientelar, corrupta y miserable que hoy en día está más visible que nunca con el pleito entre corderistas y maderistas, entre otras tribus.
En el PRI la confianza está bien amarrada. Sus encuestas les dan una preferencia de dos a uno sobre Riggs y confían en llevarse la elección de calle. Ojalá no se repita el “efecto Cano”, ese de inflar tanto la confianza que se desinfla el esfuerzo y acaban perdiendo.
El PRI tiene grandes respaldos como la maquinaria gubernamental de los tres niveles y de los tres poderes, toda de su lado. Además saben movilizar a la gente como ningún otro partido y tienen una gran ventaja sobre las demás: Comprenden mucho mejor al pueblo, a los de a pie.
Mucho se critica el llamado “voto del hambre”, ese que se da cuando llevan despensas, programas sociales y servicios a las zonas más desfavorecidas de Chihuahua, tanto en lo rural como en lo urbano.
Es cierto que el PRI lucra políticamente con la pobreza de la gente, pero también es cierto que además del PRI nadie se acuerda de esos sectores jamás, ni en época de elecciones ni en ninguna otra.
Esos que llaman «vendepatrias» a quienes comprometen su voto por un breve alivio a sus problemas ¿cuándo han ido a conocer si quiera los problemas de esos polígonos de pobreza? Si alguien se acuerda de los más desprotegidos, al menos en épocas de elecciones, es el PRI.
Los cierres estuvieron enfocados al espectáculo más que a eventos netamente políticos: Miguel Riggs cerró con Julio Preciado, Bronco y la Sonora Dinamita, lo cual le allegó a diez mil personas, nada mal después de una campaña errabunda y tibia.
Para darle peso político al evento, Riggs llevó al ex gobernador Francisco Barrio, quien luego de mucho hacerse del rogar y de bajarse de su nube canadiense, simplemente no pegó. Barrio y las multitudes no congenian ya.
En el caso del PRI, Ivonne Ortega tampoco lució mucho. De este lado del país nadie la conoce, no tiene un gran jalón
de raza y realmente aportó poco para la campaña de Javier Garfio.
Garfio prefirió sectorizar sus cierres de campaña, como parte de su estrategia de volcarse a la atención territorial y capitalizar lo mejor posible sus recursos y su tiempo. Él no para y seguirá con estos cierres hasta el último día.
En Juárez Enrique Serrano es el favorito. Tanto el PRI como el PAN lo saben y estos últimos ya preparan una estrategia de impugnación de resultados por supuestas violaciones a la Ley Electoral debido a actos como la inauguración del sistema de transporte semimasivo.
Mientras el PRI en la frontera convocó a más de 10 mil personas a su evento en el Estadio Cruz Blanca, los panistas no pasaron de los dos mil asistentes en el Centro Cívico Paso del Norte.
Este fue un buen ensayo para el PRI, que logró movilizar a las personas, ofrecerles regalitos y convencerlos de que les convendrá levantarse temprano el día de las elecciones. No todos los días hay lonches y refrescos gratis.
Ya con todo afinado, se espera que mañana martes se liberen los paquetes electorales para quienes fueron seleccionados y capacitados como presidentes de casilla. Dichos paquetes contienen las boletas, actas, tinta indeleble y demás materiales para la elección. Se los entregarán en sus domicilios. En en estado se instalarán 5,089 casillas.
Y junto con las campañas acabó la Feria Internacional Expogan Santa Rita, que a grandes rasgos dejó un buen sabor de boca entre los chihuahuenses y generó más éxito que cualquier campaña, pues Espinoza Paz, por ejemplo, reunió a 40,000 personas y en total atrajo a 400 mil visitantes, todo un récord.
Diversión sobró, con espacios para que los ciudadanos evadieran su realidad cotidiana. Ahora viene la votación y luego la resaca electoral.
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