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Fetos que aprenden.

Si estás acompañado de una mujer embarazada, no profieras demasiados insultos. Durante la última etapa del embarazo, el feto puede escuchar y retener los sonidos que le llegan a través del vientre materno según un estudio de la Universidad de Helsinki (Finlandia). Los recién nacidos podrían incluso reconocer pseudopalabras aprendidas durante su gestación.

En el estudio, los científicos emplearon sensores encefalográficos para registrar la actividad cerebral de los bebés en el área encargada de la memoria. El experimento se iniciaba en el último trimestre del embarazo, durante el cual la gestante debía reproducir varias veces a la semana una pista de audio con sonidos y voces humanas. Cuando estos bebés nacieron, se les sometió a la escucha de la misma secuencia de sonido y mostraron una señal neuronal de reconocimiento, a diferencia de los bebés del grupo de control. También mostraron más habilidad en la detección de diferencias entre sílabas, tales como la longitud vocálica.

Investigaciones anteriores ya habían revelado la existencia del aprendizaje intrauterino, aunque no de forma concluyente. Un estudio de 1988 ya sugería que los recién nacidos eran capaces de reconocer la melodía de la telenovela favorita de sus madres. Otro estudio mostraba que los bebés nacían familiarizados con el lenguaje nativo de sus padres. Pero estas investigaciones estaban basadas en el análisis de la conducta de los bebés tras su nacimiento, la cual presenta problemas para ser pautada.

Esta nueva evidencia demuestra que el aprendizaje del lenguaje comienza en el útero y que la capacidad fetal de procesamiento del sonido es mayor de lo que se creía, por lo que resulta fundamental no exponer al embrión a ruidos intensos que sobreestimulen su desarrollo auditivo.images (4)

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Explota cohete Starship en Texas: nuevo revés para SpaceX a solo un año de su misión a Marte

Una nueva explosión sacudió la noche del miércoles 18 de junio el cielo del sur de Texas, cuando el cohete Starship de SpaceX estalló durante pruebas en la base de lanzamiento de Brownsville, en lo que la compañía calificó como “una anomalía mayor”. La gigantesca nave de 400 pies de altura —pilar del ambicioso plan de Elon Musk para colonizar Marte— sufrió un fallo durante su test en tierra, generando una enorme bola de fuego y escombros visibles desde varios kilómetros a la redonda.

Aunque no se reportaron heridos, SpaceX pidió a la población mantenerse alejada de la zona mientras equipos de seguridad trabajan para asegurar las instalaciones de Starbase y sus alrededores. “No existen riesgos para las comunidades cercanas”, aseguró la empresa en un comunicado publicado en su cuenta de X.

La causa de la explosión aún está bajo investigación, pero Elon Musk adelantó en redes sociales que los datos preliminares apuntan al fallo de un contenedor presurizado de nitrógeno (COPV, por sus siglas en inglés) en la bahía de carga. “Si se confirma, sería la primera vez que este diseño falla de esa manera”, añadió el fundador de SpaceX.

El incidente se suma a una serie de contratiempos recientes para el programa Starship. Apenas el 27 de mayo, durante su noveno vuelo de prueba, la nave se desintegró sobre el océano Índico tras perder el control 46 minutos después del despegue. En enero y marzo también se registraron explosiones durante vuelos de ensayo, con espectaculares desintegraciones en el cielo de Florida y el Caribe. En esas ocasiones, la etapa superior —donde viajarían astronautas y carga en futuras misiones— logró separarse, pero falló en completar su trayecto.

El Starship está diseñado como un sistema de transporte completamente reutilizable, capaz de regresar a la Tierra después de cada misión. Su objetivo final: llevar humanos y suministros al espacio profundo, con un enfoque particular en Marte. Musk ha reiterado que espera lanzar una misión no tripulada al planeta rojo en 2026, como parte del calendario para establecer presencia humana permanente fuera de la Tierra.

A pesar de los reveses, entre junio y noviembre de 2024, tres pruebas exitosas lograron que Starship orbitara la mitad del planeta y aterrizara sin contratiempos en el océano Índico, generando expectativas positivas. No obstante, los recientes fallos han encendido alarmas sobre la confiabilidad del sistema a tan solo un año de la fecha fijada para iniciar su misión interplanetaria.

Las imágenes captadas por testigos y difundidas el jueves muestran al prototipo Starship 36 envuelto en llamas tras sufrir al menos dos explosiones consecutivas durante la prueba estática, que se realizaba horas después de que la compañía compartiera un video celebrando la activación de uno de sus motores en simulación de ignición en el espacio.

SpaceX no ha anunciado si este nuevo revés alterará su calendario de lanzamientos, pero el incidente representa otro desafío técnico —y mediático— para una empresa que apuesta su prestigio al futuro de la exploración espacial. Mientras tanto, el sueño de colonizar Marte se mantiene en pie, aunque bajo la sombra de explosiones que, una y otra vez, recuerdan que alcanzar el cosmos sigue siendo una tarea plagada de riesgos.

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