Cuando las aguas inundaron su choza de madera, Saturnino Medina subió al techo. Las aguas habían reventado una pared y arrastraron su cocina. Medina y su familia no tienen casi nada ahora, después de que el viento y la lluvia de Manuel llegaran a la ciudad de Renacimiento, que se encuentra a unos 20 km al noreste de la ciudad turística de Acapulco. Días después de que la tormenta tocara tierra como una depresión tropical en el estado mexicano de Guerrero, miles de turistas siguen atrapados en Acapulco y miles de familias están luchando por recuperarse. Aseguran que el gobierno les ha olvidado.
Medina y su familia han podido alimentarse de huevos y tortillas donadas por vecinos y han podido hidratarse gracias a los cartones de jugo caducados que encontraron en un contenedor de basura cercano. Hasta el momento asegura que no han recibido ninguna ayuda del gobierno.»La verdad es que no sé ni qué decirte», asegura. «El gobierno nos ignora. Ayudan a todos los demás, pero se han olvidado de Renacimiento».
La ciudad es uno de los muchos lugares de México devastados por las tormentas que han azotado el país.
Las autoridades federales dicen que al menos 101 personas murieron en México por Manuel, que impactó en la costa del Pacífico del país, e Ingrid, que azotó la costa del Golfo.
Los esfuerzos de rescate continúan en todo el país el jueves. En un pueblo Guerrero devastado por un alud de lodo, las autoridades dijeron que 68 personas seguían en paradero desconocido.
Un reconocimiento aéreo reveló muchos más deslizamientos de tierra, dijo el ministro del Interior, Miguel Ángel Osorio Chong, y hay otros informes de desapariciones que las autoridades aún no han confirmado.
En el Renacimiento, una de las zonas más afectadas Alma Rojano cuenta qie las guas llegaron hasta la altura de su cuello en su casa.
Días después de la tormenta, excavadoras y equipos de limpieza por fin llegaron a la ciudad el jueves.
En una conferencia de prensa el jueves por la noche los funcionarios federales dijeron que las condiciones climáticas habían hecho imposible llegar hasta la zona hasta ese momento. Pero se comprometieron a ayudarles asegurando que la ayuda del gobierno estaba en el camino.
«En este momento nos enfrentamos a una situación realmente extraordinaria», dijo el presidente Enrique Peña Nieto, que señaló que las fuertes lluvias que habían asolado una gran parte del país había alcanzado proporciones «históricas» .
Los turistas atrapados
Ana Benavides, un turista de una cadena estadounidense en la cercana Acapulco, trató de salir en coche. Puso avanzar apenas una una milla antes de las carreteras bloqueadas la detuvieron.
Luego esperó durante 12 horas en una fila junto con miles de otros turistas atrapados con la esperanza de coger un vuelo. Mientras que más de 10.000 turistas fueron evacuados de esta manera, no había garantía de que Benavides fuera una de los afortunadas en hacerlo a bordo de un avión. Algunas personas, en su desesperación, dormían en la fila.
Benavides mantiene su situación en perspectiva: «Sabes, estamos mucho mejor que un montón de gente», dijo.
Manuel dejó cerca de 40.000 turistas atrapados en Acapulco. Hasta el jueves, más de 10.000 lograron escapar en vuelos militares o comerciales fuera de la zona devastada por la tormenta.
Las autoridades dijeron que esperaban la reapertura de la carretera que conduce de Acapulco el viernes, lo que permitiría a miles más salir y acelerar el flujo de alimentos y otra ayuda a la zona.
Lo peor de la tormenta mortal ha pasado, pero la tensión y la confusión permanecen como la magnitud de los daños que empieza a salir a la luz.
El tiempo en Acapulco ha mejorado. Y la tormenta – Manuel – pasó el jueves de huracán a tormenta tropical. mucho más débil. Sin embargo, todavía se espera que produzca entre 5 y 10 centímetros de lluvia en el norteño estado de Sinaloa, y en algunas zonas llegará hasta los 15 centímetros , dijeron los meteorólogos .
Ingrid azota la costa del Golfo
Además de Manuel, los que viven en la costa del Golfo de México se recupera de la devastación del huracán Ingrid, y en el sur, un sistema de tormentas sobre la península de Yucatán es probable que se convierta en un ciclón tropical.
En la costa del Golfo, en el estado de Veracruz, Ingrid se ha llevado 11 vidas. Cerca de 32.000 personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares.
Los residentes envían fotos a CNN que muestran las calle scomo si fueran ríos, con la parte superior de los coches aflorando desde las aguas.
Más de 1 millón de habitantes en todo México se han visto afectados de alguna manera por las tormentas, según dijo el ministro del Interior, Miguel Ángel Osorio Chong, a periodistas.
En el estado de Guerrero, sin embargo, las tormentas fueron otro golpe devastador para una parte del país que ya sufre de la feroz violencia relacionada con las drogas en el país.
A su llegada a la zona los equipos de limpieza del gobierno en el Renacimiento tvieron que ir acompañados por un equipo de seguridad el jueves.
Dos camionetas rodearon la zona, repleta de policías fuertemente armados y con chalecos antibalas.
Se pudo ver cómo una mujer corría gritando desde su casa, no a causa de los daños, sino porque se enteró que su hijo había sido secuestrado.
Cerca de allí, Paulina Bravo y Teodoro Medina estaban limpiando los daños por tormentas . Su casa estaba intacta, pero las inundaciones destruyeron su estufa, refrigerador y las camas.
«Ahora, mi marido y yo hacemos turnos para dormir en esta hamaca», dijo Bravo.
Dos bolsas de pan, dijo, son la única ayuda del gobierno que han recibido hasta ahora.
Bravo y su esposo kimpian con una pala el barro de su casa, tanto si alguien del gobierno les ayuda como si no.
You must be logged in to post a comment Login