De hecho, un 60% de quienes presentan trastornos como disfunción eréctil, falta de deseo o dificultades para alcanzar el orgasmo, son personas que tienen un cierto nivel de estrés moderado o severo, según las conclusiones de un estudio efectuado por el Instituto de Medicina Sexual y el Centro Nascia, en España.
La sicóloga colombiana Ana Lucía Paredes -con especialización en sexología- sostiene en un artículo publicado en elpais.com.co que “el 97 % de las eyaculaciones precoces son de origen sicológico asociado con ansiedad o estrés que la persona tiene respecto de su desempeño sexual”.
Y agrega que, en el caso de la mujer, ella puede presentar dispareunia; es decir, siente dolor y ardor por la penetración (antes, durante y luego del coito), pues “está ansiosa, predispuesta negativamenta al acto sexual. Al estar tensionada no permite que haya suficiente vasocongestión sanguínea en sus genitales y no provoca la lubricación necesaria. Esto le pasa al 35 % de las mujeres en el mundo”.
El hombre, en tanto, no sólo puede verse afectado por la eyaculación precoz. Hay quienes tienen problemas de erección: en algunos casos existe ausencia de ésta y, en otros, puede no ser lo suficienteente sólida o sostenida.
De acuerdo con la sexóloga Paula Villarroel -citada en el mismo artículo-, el estrés provoca cambios en los hábitos sexuales establecidos por la pareja de manera consciente o inconsciente: ya no existen dos o tres encuentros íntimos a la semana, en fechas o ritos especiales (como después de la quincena), y el cónyuge del estresado se empieza a preocupar pensando que se acabó el amor o hay un tercero.
Las soluciones son muchas y para encontrarlas a veces es necesario consultar con un especialista (sicólogo, sexólogo o siquiatra), quien recomendará un tratamiento específico.
Sin embargo, hay esfuerzos que cada persona puede efectuar con el fin de evitar o mejorar la situación.
A continuación, algunos buenos consejos para alejar el estrés y favorecer a la relación de pareja, según el mencionado artículo de elpais.com.co:
-Si el foco de estrés no se puede desterrar, por lo menos hay que aliviar sus síntomas, con actividades como el deporte que sirven para nivelar el ciclo de sueño. Con el ejercicio el cerebro segrega serotonina que ayuda a conciliar el sueño y a la respuesta positiva en el campo sexual.
-Practicar una actividad física de forma regular, por lo menos tres veces a la semana, por 45 minutos cada vez, favorece a que nuestro cerebro produzca dopaminas, serotoninas y endorfinas, sustancias responsables de mantener nuestro bienestar y contrarrestar estados de depresión, de ansiedad.
-Buscar situaciones que nos den placer, para que nuestro cerebro produzca las ya mencionadas sustancias y así poder compensar las cargas de estrés. Comparte con la familia, tómate unas vacaciones, anda al cine, sal a comer.
-Los dos miembros de la pareja deben salir solos a tomarse algo, a hablar de los dos, sin involucrar el elemento estresante.
-Hacer yoga, tai-chí, aprender a respirar, a relajarse, para tener autocontrol, de tal manera que el estrés no exista o no se acreciente.
-Si disciplinas lentas como el yoga o la meditación no lo ayudan, necesita practicar deportes más activos como el king boxing o el tae bo que le hagan desfogar energía.
-Cuéntale el problema con un amigo/a, así baja el nivel de estrés.
-Aunque suene como un consejo superficial, para evitar llegar al estrés, hay que aprender a reírse de sí mismo. Es supremamente importante, lo mismo que a llorar, así sea viendo la teleserie, porque esto permite soltar las emociones amarradas. Desatar ese nudo que llevas por dentro implica liberarse del estrés.
-Existen vasodilatadores que ayudan al hombre a lograr una buena erección. Las mujeres pueden aumentar el deseo sexual con andrógenos tópicos, por tiempos muy reducidos.
-Aliméntate balanceadamente. El cuerpo necesita carbohidratos, proteínas y azúcares, de forma equilibrada.
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