No es tan sexy como una novela de espías, pero las cosas se están poniendo candentes luego de los más recientes reportes de espionaje de parte de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA).
Los líderes internacionales dicen que están indignados mientras que el gobierno de Obama asegura que está investigando y promete una revisión de la vigilancia antes de fin de año.
Estas son las cinco cuestiones clave que hay que tener presentes:
1. ¿Intervino el presidente de Estados Unidos?
No está realmente claro. El diario estadounidense The Wall Street Journal reportó que, un estudio interno de los programa de vigilancia de Estados Unidos que se inició a mediados de este año, reveló que la NSA había intervenido el teléfono de unos 35 líderes mundiales y que la Casa Blanca ordenó que se suspendiera una parte de la vigilancia.
Eso indicaría que el presidente no supo de los programas durante los casi cinco años que lleva en el poder.
La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, Dianne Feinstein, señaló este lunes que ni Obama ni su equipo sabían que Estados Unidos estaba recopilando las comunicaciones de los líderes aliados como la canciller de Alemania, Angela Merkel.
Un alto funcionario confirmó a CNN algunos de los detalles del reporte que se publicó en el Journal y dijo que la Casa Blanca no supo del programa hasta que se llevó a cabo una revisión interna a mediados de año, tras lo cual se suspendió parte de él. Sin embargo, la intervención al teléfono de Angela Merkel se suspendió hace poco, señaló el alto funcionario.
2. ¿Le ocultaron la información a Obama?
Otro funcionario estadounidense dice que se informó a Obama y se le proporcionaron documentos detallados en los que se describe la llamada estructura de los programas de vigilancia.
Uno de ellos se centra en los líderes de países en específico y le habrían informado al respecto. No se sabe si en el resumen de los programas se mencionó a Merkel, pero se habrían incluido los países contemplados.
No es razonable esperar que el presidente estuviera involucrado ni que necesariamente le hubiesen informado sobre las decisiones que se tomaron respecto a los objetivos individuales, argumentó otro alto funcionario del gobierno.
El presidente aprueba una serie de prioridades para los servicios de inteligencia y luego su gobierno es el responsable de determinar la forma en la que se desarrollan.
3. ¿Qué ha hecho Obama al respecto?
En un editorial que se publicó la semana pasada en el diario USA Today, la asesora de seguridad nacional y contraterrorismo de Obama, Lisa Monaco, reconoció que las recientes «revelaciones han creado desafíos considerables en nuestras relaciones». Para enfrentarlos, el presidente ordenó una «revisión (de) nuestras capacidades de vigilancia, incluso con nuestros socios extranjeros», escribió.
Conforme crecen las acusaciones y el tema se hace cada vez más espinoso diplomáticamente hablando, no se sabe qué ha dicho y hecho Obama tras puertas cerradas.
En el reporte del Wall Street Journal en el que se cita a funcionarios estadounidenses no identificados, no se especificó quién dio la orden de suspender las operaciones ni la fecha en la que se emitió.
El diario alemán Bild am Sonntag reportó el domingo que Obama supo que la dirigencia de la NSA había ordenado una operación para vigilar a Merkel y que permitió que continuara, acusación que la NSA negó.
4. ¿A quién le molesta esto?
Las más recientes acusaciones de espionaje irritaron a los líderes de Europa y América Latina, quienes acusaron al gobierno de Estados Unidos de violar la ley, convocaron a los diplomáticos estadounidensespara que respondieran y señalaron que su confianza en Estados Unidos se vio perturbada.
En Alemania, algunos líderes han sugerido que se pospongan las negociaciones para un tratado de libre comercio de la Unión Europeacon Estados Unidos en respuesta.
En Estados Unidos, algunas personas desestimaron las críticas de los líderes extranjeros y las tildaron de fanfarronerías políticas; afirmaron que el espionaje es una práctica común en las relaciones internacionales, incluso entre aliados.
«Estos líderes están reaccionando a las presiones dentro de su propio país. Ninguno está realmente sorprendido de nada de esto… Todos espían a todos. Es un hecho», dijo el senador Marco Rubio a CNN la semana pasada.
Un legislador republicano prominente dijo a CNN el domingo que esos programas de vigilancia mantienen a salvo a los aliados de Estados Unidos. «Si los ciudadanos franceses supieran exactamente de qué se trata, estarían aplaudiendo y destapando el champán», dijo Mike Rogers, asambleísta republicano por el estado de Michigan. «Creo que no es sincera esta concepción de que nos estamos persiguiendo unos a otros cuando realmente se trata de la protección legítima de los intereses de la nación-Estado».
5. ¿Qué pretende descubrir EU al espiar a sus aliados?
Estados Unidos indica que sus programas de vigilancia tienen el objeto de frustrar conspiraciones terroristas, pero hay muchas razones políticas para que haya interés en las comunicaciones de los líderes del mundo.
Por ejemplo, algunos medios reportaron que la intervención del teléfono de Merkel se intensificó en 2010, más o menos en la época de la crisis de la zona euro, en la que Merkel fue un personaje clave.
Estados Unidos también quiere tener la mayor cantidad de información posible sobre los actos de los demás Estados para tomar sus propias decisiones relativas a los temas importantes de política exterior, como Siria e Irán. A final de cuentas, los aliados no pueden contar automáticamente con la lealtad de los demás.
El exvicepresidente Dick Cheney insinuó durante una entrevista para el programa The Lead with Jake Tapper, de CNN, que hay interés por vigilar a un país o a un líder, aunque sea un aliado evidente.
«Tenemos una fantástica capacidad de recolección de inteligencia mundial sobre toda clase de problemas e inquietudes potenciales. Somos vulnerables, como se demostró el 11-S, y nunca se sabe qué necesitarás cuando lo necesites», dijo Cheney.
El periodista al que Edward Snowden confió las filtraciones sobre la vigilancia, Glend Greenglad, dijo este lunes en entrevista con Christiane Amanpour, de CNN, que el objetivo «es claramente sobre el poder político y el espionaje económico, y la afirmación de que todo esto es sobre el terrorismo es visto en todo el mundo como lo que es, un engaño» expresó.
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