¿Debería una madre alarmarse si su hija empieza a desarrollar senos y vello púbico a los 7 u 8 años?
En la conferencia anual de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) que tuvo lugar esta semana en Orlando, Florida, el endocrinólogo pediátrico Dr. Paul Kaplowitz explicó que estos cambios físicos tempranos son muy comunes entre las niñas estadounidenses y representan una nueva norma.
«Paso mucho tiempo tranquilizando a los padres; por lo general, esto no es señal de una progresión rápida a la plena pubertad», dijo Kaplowitz.
¿Qué es normal?
Signos evidentes de desarrollo, como la aparición de pechos, vello púbico y axilar y olor corporal se están presentando antes en las niñas. Sin embargo, sólo ha habido un ligero cambio en la edad de la menarquia (el primer período) en las últimas cuatro décadas. En Estados Unidos, la edad promedio es de 12.5 años, frente a 12.75 en 1970.
«Una vez que los senos comienzan a desarrollarse, pasan al menos dos o tres años antes de que se de la menarquia», dijo Kaplowitz, quien también escribió «Early Puberty in Girls: The Essential Guide to Coping with This Common Problem» (La pubertad precoz en las niñas: Una guía esencial para hacerle frente a este problema común)».
«El tiempo es la prueba más precisa de cómo será el progreso de la pubertad».
¿Cuándo es demasiado pronto?
Existe un debate sobre lo que constituye el inicio real de la pubertad, pero se considera «precoz» cuando el aumento de los pechos está acompañado por un crecimiento acelerado antes de los 8 años.
En la mayoría de los casos, el proceso se hará más lento o se estancará; esto es algo que un pediatra puede vigilar de cerca. Una progresión más rápida puede requerir pruebas realizadas por un endocrinólogo para descartar problemas tales como tumores o quistes.
Opciones de tratamiento
Existen tratamientos para retrasar menstruaciones tempranas y evitar otra consecuencia: el envejecimiento prematuro de los huesos que al final pueden llevar a un retraso en el crecimiento y a ser un adulto de baja estatura. Las recomendaciones para utilizar tratamiento con drogas u hormonas se basan en la edad de la niña, el ritmo de desarrollo, el ritmo de crecimiento y la madurez emocional.
Los aspectos psicosociales también son importantes. Kaplowitz es cuidadoso con los medicamentos, pero reconoce que «suprimir la pubertad puede aliviar problemas de comportamiento y los sentimientos de las niñas de ser diferentes a sus semejantes».
El otro gran problema es comprensible: los padres simplemente no quieren que sus hijas tan jóvenes menstrúen. «Se preocupan por el riesgo del embarazo o incluso por la manera en que manejarán la higiene», dijo Kaplowitz.
«Fue una impresión», recuerda una mujer cuya hija tuvo su primer período a los 10 años. «A pesar de que había señales y habíamos hablado acerca de la menstruación, no estaba emocionalmente preparada. Llegó a casa de la escuela asustada y molesta por ser la primera de sus amigas».
¿Por qué sucede esto?
Existen muchas teorías bien divulgadas sobre las causas de la pubertad precoz. Aún así, no hay evidencia suficiente de que las hormonas en la leche u otros alimentos, químicos en el ambiente o mensajes sexuales en los medios de comunicación sean la razón.
Kaplowitz sostiene la premisa que afirma que lo que más pesa es la epidemia de la obesidad.
En 2001, ayudó a realizar un estudio con niñas entre los 6 y 9 años, el cual conecta la grasa corporal con el momento en que inicia la pubertad. Otros hallazgos apoyan esta conclusión, pero hay muchos factores que contribuyen.
En este país, las niñas afroamericanas e hispanas tienden a alcanzar la pubertad antes que sus contrapartes blancas. Hay varias explicaciones. A nivel mundial, los patrones de la pubertad precoz parecen estar influenciados por todo, desde condiciones económicas, hasta el clima o los genes.
Otro enigma: aunque los niños tienen vello facial y púbico a edades más tempranas, la tendencia hacia la pubertad precoz en pleno desarrollo no es tan pronunciada como en el caso de las niñas.
Otros médicos que asistieron a la conferencia de la AAP reforzaron las complejidades del tema.
«La aparición de acné y vello púbico es común incluso en infantes y bebés. Esto desaparece. Tenemos que ser cuidadosos en cómo indentificamos el verdadero comienzo de la pubertad», dijo el Dr. Lawrence Silverman, un endocrinólogo pediatra del Hospital Infantil Goryeb en Morristown, Nueva Jersey.
Hablar del tema
Los padres no deben dudar en obtener orientación de su pediatra sobre cómo hablar con sus hijas.
«Puede significar tener una conversación antes de lo esperado», aconsejó Kaplowitz. «Si mantienes la calma, tu hija por lo general responderá bien».
Las niñas que desarrollan a temprana edad necesitan el consuelo de saber que, aún cuando ocurre antes de tiempo, el proceso es una parte normal de la vida.
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