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Chihuahua

Abre sus puertas el Museo Regional de Ojinaga

Ya abrió sus puertas al público el Museo Regional de Ojinaga (MRO), ubicado a tan sólo 300 metros de la línea divisoria con Texas, Estados Unidos; su tarea y reto más importante será fortalecer la identidad de la población fronteriza que habita en ambos lados del río Bravo, especialmente enaltecer los lazos culturales, sociales e incluso de parentesco, de los migrantes que trabajan en el país vecino pero nacieron en la región del desierto de Chihuahua.

El espacio museológico es resultado y ejemplo de la confluencia de esfuerzos entre el gobierno federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el gobierno municipal de Ojinaga y la iniciativa de la sociedad civil que impulsó la construcción del recinto en el año 2002, con la finalidad de rescatar y poner en valor su pasado histórico.

La dos primeras salas están unidas en una sola sección, titulada “Del fósil a la cultura material: el desierto vivo”, atiende los temas de paleontología y arqueología, así como los aspectos naturales de la región; entre las piezas destaca la reproducción de un cráneo fosilizado de un reptil marino del Cretácico, cuyo original está resguardado en la colección científica del Servicio Geológico Mexicano, en la ciudad de Chihuahua; asimismo, presenta materiales arqueológicos que hacen énfasis en las antiguas culturas desarrolladas dentro del área denominada la Junta de los Ríos, donde confluyen los ríos Conchos y Bravo.

La segunda sala aborda las características del entorno natural, propias de la región del desierto. Describe la flora, la fauna y destaca los tres grandes cañones formados por imponentes montañas atravesadas por ríos y que son el atractivo natural de la zona: el Pegüis, en Coyame del Sotol, y San Carlos y Santa Elena, en Manuel Benavides, éste último protegido como área natural que hace frontera con el Parque Nacional del Big Bend, en Estados Unidos.

Otro atractivo museográfico de esta segunda sala es la representación de una bóveda celeste que muestra el cielo nocturno del desierto en noches sin luz de luna, cuando se ve completamente estrellado en un horizonte de 180 grados. Así como un paisaje sonoro que permite escuchar los susurros de la naturaleza.
La sala tres se titula “Ojinaga a través del tiempo”, toca principalmente contenidos historiográficos de la época del virreinato, siglo XIX y la Revolución; describe las instituciones que surgieron a raíz de la Conquista como los presidios (guarniciones militares españolas) y ranchos, así como los elementos tecnológicos, ideológicos y religiosos desarrollados en la época. Aquí se exhibe la réplica del campanario de la Misión de Ojinaga, del siglo XVIII.

Asimismo, la sala destaca la etapa de la Revolución Mexicana, el papel del general Toribio Ortega, originario de Coyame, uno de los hombres importantes del villismo, y principalmente la figura de Francisco Villa en los días de la emblemática Toma de Ojinaga.

Las salas cuatro y cinco, “La vida en el rancho” y “Tradiciones populares en el desierto”, de manera compartida abordan contenidos asociados a las tradiciones artesanales, música, gastronomía, memoria histórica y la vida en los ranchos, relevante dentro de la identidad regional de esa parte del estado de Chihuahua.

Chihuahua

Olivas Buhaya: “Estoy listo para fortalecer el estado de derecho”

Con una trayectoria consolidada en el ámbito jurídico y una vocación marcada por el servicio público y la docencia, Carlos Alejandro Olivas Buhaya busca asumir una nueva responsabilidad al postularse como Juez Civil por Audiencias del Distrito Judicial Morelos. Su objetivo es claro: contribuir al fortalecimiento del estado de derecho desde una nueva trinchera, pero con la misma pasión que ha caracterizado su carrera.

Originario del estado de Chihuahua, Olivas Buhaya es Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Constitucional y Administrativo, y cuenta con una especialización internacional en Justicia Constitucional, Interpretación y Aplicación de la Constitución, realizada en la Universidad de Castilla-La Mancha, en Toledo, España.

“La búsqueda de justicia y el respeto al marco legal siempre han sido el motor de mi carrera”, expresó en entrevista para Segundo a Segundo. “Considero que en el rol de juez tengo la oportunidad de impactar directamente en la vida de las personas, garantizando imparcialidad, certeza y respeto a los derechos fundamentales”.

Con experiencia como abogado litigante en materias civil, mercantil, administrativa y electoral, Olivas también ha desempeñado funciones en los tres niveles de gobierno y en distintos poderes del Estado. Fue Subsecretario y Coordinador de la Secretaría del H. Ayuntamiento de Chihuahua, Presidente del Consejo Local de Tutelas y asesor jurídico tanto en el Congreso del Estado como en el Congreso de la Unión. “Todo ello me ha permitido tener una visión integral del funcionamiento institucional”, aseguró.

Respecto a los retos del poder judicial en el ámbito civil, consideró que la accesibilidad y la agilidad en la impartición de justicia son aspectos clave. “El procedimiento civil por audiencias representa un avance en oralidad y transparencia, pero aún hay desafíos, especialmente en formación, criterios homogéneos y mayor cercanía con la ciudadanía”, explicó.

Además de su labor jurídica, Olivas Buhaya es catedrático en la Facultad de Derecho de la UACH, donde imparte la materia de Juicios Constitucionales Especiales. “La docencia me mantiene en constante actualización y me conecta con las nuevas generaciones de juristas. Me obliga a estudiar, reflexionar y transmitir valores como la ética y el compromiso con la verdad”, destacó.

Finalmente, envió un mensaje claro a la ciudadanía: “Pueden esperar de mí un juez preparado, imparcial, sensible y respetuoso de la ley. Sé que la confianza se gana con hechos, y estoy dispuesto a poner toda mi experiencia al servicio de la justicia”.

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