La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aseveró que la impunidad permite que los autores de los crímenes contra periodistas continúen con sus ataques, pues 89% de las agresiones en contra de medios de comunicación y sus trabajadores queda sin castigo.
Durante la conmemoración del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, Luis Raúl González Pérez, titular de CNDH, denunció que de 2011 a la fecha se incrementaron las agresiones contra el gremio periodístico, al pasar de 41.6 quejas que se denunciaban en 2005 a 88.5 quejas en los últimos años.
Los estados de Tamaulipas, Guerrero, Chihuahua, Veracruz y Oaxaca concentran el mayor número de homicidios y agresiones contra periodistas, de acuerdo con el Programa de Agravio a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos.
“Desde el año 2000 se han perpetrado 107 homicidios contra periodistas; 20 periodistas han desaparecido desde 2005; se han registrado 47 atentados a medios de comunicación desde 2006. A partir del primero de enero de 2010 se han recibido 488 quejas por agravio a periodistas en este organismo”, enlistó.
González Pérez propuso a las organizaciones no gubernamentales, comisiones estatales de Derechos Humanos, legisladores federales y locales y a la Secretaría de Gobernación la creación de la Alerta 6, con el propósito de brindar protección inmediata a periodistas que sean o se sientan agredidos, a partir de 2016.
En su oportunidad, Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, aseguró que para evitar más agresiones contra los periodistas se deberán crear políticas públicas de prevención entre autoridades, legisladores y periodistas.
“La prevención debe ser entendida como la principal herramienta del Estado para disuadir las agresiones contra periodistas y primordialmente para facilitar el libre ejercicio de la libertad de expresión”.
El subsecretario de la Segob destacó que las principales agresiones contra periodistas son homicidio, agresión física y detenciones arbitrarias.
Fuente Excélsior