Esparza por fin soltó la liana. Luego de meses de presión y malas caras, el auditor del estado, Jesús Esparza, presentó su renuncia ante el Congreso del Estado, pues siente que el nuevo amanecer lo opacó y acabó por darse cuenta que no llegaría hasta 2018, por lo que mejor decidió apostarle al ahí muere.
Otro duartista fuera. En su papel como auditor, su trabajo era básicamente checar que cuadraran las cuentas, y durante el sexenio de César Duarte siempre todo fue a sus ojos impecable. Ni se enteró del saqueo a la brava que se llevó a cabo y que mantiene al estado sumido en una crisis financiera sin precedentes.
Hijo del duartato. Esparza es amigo de Duarte desde la juventud, originario de Parral (como medio gabinete anterior), y siempre muy alineado con todo lo que oliera a Chihuahua Vive. Además, la hija de Esparza era la encargada de operar las redes sociales del entonces mandatario, y no le pagaban nada mal. También tiene pendiente una denuncia por comprar autos para su familia con dinero público, entre otros grandes cucharazos que se sirvió de dinero público.
Pero ahí no acaba. Jorge Soto, el aguerrido diputado panista y presidente de la comisión de Fiscalización del Congreso, ha enfocado sus baterías contra el todavía auditor y poco a poco ha engordado el expediente que guarda en su contra la Fiscalía estatal. Veamos cómo avanza. La renuncia aún no entra en vigor, pero es cuestión de días para que entregue el changarro y enfrente las denuncias. Esparza dice que la persecución en su contra y la difamación hacia su familia son por una obsesión personal de Soto, que él está más limpio que un calzón nuevo.
Conflicto con alcaldes continúa. El gobernador Javier Corral trae diferencias notables con los principales alcaldes del estado, una consecuencia de salirse del esquema de complicidades Marca PRI en el que todos quedan alineaditos para no ir a pisarse los juanetes unos a otros. En Chihuahua, Eugenia Campos; en Delicias, Eliseo Compeán, en Parral, Alfredo Lozoya y, en Juárez, Armando Cabada, con quien no acaba de hacer las paces.
No perdona alcahueterías. La postura de Corral es dura pero hasta cierto punto entendible. Jorge González Nicolás fue del ‘círculo rojo’ del ex gobernador Duarte. Solapó a más no poder ineptitudes y robaderas, dando oficioso carpetazo a cuanta investigación llegaba en su contra, entre otras muchas deficiencias que convirtieron a la Fiscalía en un negocio y una agencia de gestión criminal, no en una policía. Una vez que González salió (por no pasar exámenes de confianza) queda Sergio Almaraz, quien también es señalado como encubridor de Duarte.
Cabada baja a Corral de su caballo. Luego de que Javier Corral presumiera su labor en la contención del paro gasolinero y otras medidas para paliar el gasolinazo en la frontera, el alcalde de Juárez hizo correr la versión de que fue él, él y nomás él quien representó en la Ciudad de México a los empresarios del sector, a ver cómo lo tomó Corral y qué señales envía hoy durante sus audiencias en Juárez, donde por cierto también visitará un Cobach, pues al parecer Teresa Ortuño ya resolvió la bronca que traían.
¿Cabada coquetea con AMLO? Cabada también se reunió con Esteban Moctezuma, un priista más en el círculo de AMLO, con quién supuestamente abordó temas ecológicos, pero más pinta que buscaría la reelección cobijado por el partido del amor y la esperanza. Esto se sumaría a otros actores nacionales en quienes el ¿independiente? Ha buscado apoyo, como el “Bronco” o Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México.
Agenda llena. Volviendo a Corral, este lunes se reunirá con los deudos de Villas de Salvarcar, los 15 jóvenes estudiantes y deportistas a quien Felipe Calderón tachó de criminales para justificar su brutal asesinato mientras festejaban una victoria futbolera… y siete años después siguen sin justicia. El martes visitará la Ciudad de México, donde Peña Nieto pedirá respaldo a los gobernadores ante las agresiones de Donald Trump… a ver si lo pelan.
Latorre bombardea a Corral. Muy en serio se ha tomado Miguel Latorre eso de la independencia de poderes. Como líder de la bancada panista en el Congreso, no sólo metió a su esposa Mayela Rodríguez como directora del Ichitaip, y a Amelia Martínez como consejera, pese a que otras mujeres sacaron calificación más alta y mostraron independencia de partidos políticos, tal como Mónica Sofía Soto. El Ichitaip, curiosamente, se ha convertido en ejemplo de opacidad y conflicto de intereses.
Desechan amparo, ratifican movida. Así, la acusación de tráfico de influencias manejada contra Miguel Latorre por jugar al ajedrez con el Instituto Chihuahuense de Acceso a la Información Pública, en teoría libre y autónomo, se quedó sin sustento legal luego de que el juez tercero de distrito desechara el amparo al considerar que carecía de sustento constitucional. Mónica Soto ya adelantó que continuará su lucha y, si la siguen bloqueando, se lanza como diputada independiente.
Investigarán tráfico de influencias. Mientras tanto, el diputado de Morena, Pedro Torres, consideró sospechoso que la esposa del líder de la fracción parlamentaria del PAN llegue al organismo luego de que esta bancada apoyara a Rodolfo Leyva, recién nombrado presidente, pues el Ichitaip será el encargado de revisar también las cuentas del Congreso. Por su fuera poco, quieren colar también a Ricardo Gándara, esposo de la secretaria de la Función Pública, Stefany Olmos, en la secretaría ejecutiva del organismo que parece cada vez más un club o un negocio, no un organismo encargado de transparentar el ejercicio público.
También en el TJE hay movimientos. Esta semana el Congreso del Estado reducirá el número de miembros de la judicatura, de siete a cinco, y se conformará por tres magistrados con al menos cinco años de experiencia y que no estén al frente de ninguna sala. Uno más lo designará el Congreso mismo y otro el ejecutivo estatal, es decir, Javier Corral, quien ya parece haber ungido a la defensora de derechos humanos Luz Estela Castro. Una buena noticia que una mujer así se integre a este organismo.
Álex Lebaron, el simulador. Tras la lluvia de críticas a Lebarón por aprobar el gasolinazo y ahora quejarse de él, vuelve con una más de sus hipocresías. El fin de semana envió un comunicado donde declaró que donaría la mitad de su dieta al Club Rotario de Cuauhtémoc, en un intento por limpiar su lodosa imagen. Se hace o nos quiere hacer, pero sus representados le han dicho clarito que no esperan que regale cuando quiera y a quien quiera la parte de dinero que él quiera, sino que legisle para reducir los insultantes privilegios que reciben gracias a la exprimidera que hacen con medidas como el gasolinazo.