Un informe publicado hace unas horas por The Wall Street Journal acusa a Amazon de haber alterado su algoritmo de búsqueda, para así mostrar primero aquellos productos que otorgan a la compañía un mayor beneficio.
Al parecer, esta modificación se produjo el año pasado, momento en el que se habría producido este cambio con el que se busca priorizar a ciertos productos, entre los que se encuentran sus propias marcas.
Amazon niega estas acusaciones
Aseguran que hubo bastante oposición dentro de Amazon por parte de los desarrolladores (que forman parte de un grupo llamado «A9») de la compañía. Dichos programadores se habrían opuesto a la idea por ser contraria a la ética de la empresa de poner al cliente por encima de todo lo demás.
El equipo legal de Amazon también habría expresado su preocupación por este cambio, señalando que la decisión podría ser examinada por la Unión Europea (no olvidemos que Google fue sancionada a pagar 2.400 millones de euros en 2017). Afirman que los directivos del sector ‘retail’ fueron los que más fuerza hicieron para que se produjese esta transformación.
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De ser cierto, Amazon habría decidido acabar con su política de mostrar primero aquellos productos que se consideran más relevantes o más vendidos dentro de la plataforma.
Después de que saliera a la luz la historia en el WSJ, Amazon dijo que se trataba de una información inexacta y que la empresa no determina los rankings de búsqueda basándose en su rentabilidad.
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Angie Newman, una portavoz de la compañía, afirmó que «el Wall Street Journal está equivocado». Acusan al medio estadounidense de «haber seguido adelante» con esta historia, a pesar de que «les explicamos ampliamente que sus fuentes no identificadas no eran exactas en cuanto a los hechos».
«Ofrecemos los productos que los clientes querrán, independientemente de si son de nuestra propia marca o de los productos ofrecidos por nuestros socios de ventas.
Como lo haría cualquier tienda, consideramos la rentabilidad de los productos que enlistamos y presentamos en el sitio, pero es sólo una métrica y no es de ninguna manera un impulsor clave de lo que mostramos a los clientes».
De todos modos, estas acusaciones podrían hacer que los reguladores pongan la lupa sobre la compañía. De hecho, la semana pasada supimos que la Comisión Federal de Comercio de los EEUU (FTC) ha comenzado a entrevistar a los proveedores de Amazon sobre cuestiones de defensa de la competencia.