Aficionados al Club de futbol Mazatlán celebraron la victoria de su equipo ante los Bravos de Ciudad Juárez a las afueras del estadio “Kraken” olvidándose de los protocolos sanitarios ni la sana distancia impuestos por la Liga MX para evitar riesgos de contagios por el COVID-19.
Tras su inauguración, era la primera vez que el recién inaugurado recinto albergaba afición en sus tribunas, y de hecho, junto con el estadio de Necaxa, son los únicos que comenzaron a permitir el acceso a los fanáticos.
Durante el encuentro, los seguidores mazatlecos siguieron los lineamientos sanitarios, mantuvieron la sana distancia y emplearon gel antibacterial, además de usar cubrebocas; sin embargo, al ver que su equipo conseguía la primera victoria de su naciente historia, estos decidieron armar una fiesta a las afueras del estadio y rompieron con todo lo anterior.
De esta manera, la multitud se congregó en el estacionamiento del coloso o en las calles aledañas, los aficionados cantaban, brincaban y agitaban sus banderas haciendo caso omiso de las medidas preventivas.
Un video que fue compartido en YouTube muestra a al menos un centenar de fanáticos, acompañados de la barra, celebrando el triunfo de su equipo, juntos unos con otros dentro de la algarabía.
De acuerdo con algunos testigos, en ningún momento arribaron elementos policiales de Mazatlán a disipar la aglomeración, siendo el tráfico de la avenida Múnich lo que hizo que la multitud se fuera separando.
Un día antes, Culiacán, también en Sinaloa, fue una de las cinco sedes donde dio comienzo la temporada 2020-2021 de la Liga Mexicana del Pacífico.
Pese a que cada club sede y la liga misma fueron claros en los protocolos de sanidad a seguir por el COVID-19, en algunos lugares no fueron respetados.
Imágenes y videos de los asistentes sin respetar los lineamientos, como llevar cubrebocas, sin sana distancia o alterando el orden, circularon rápidamente por las diferentes redes sociales, dejando ver que el trabajo por parte de los 10 equipos deberá ser redoblado para que la temporada siga su curso de acuerdo a lo programado.
En Twitter se pudieron observar videos en el estadio de Tomateros de Culiacán, donde los aficionados convivieron de lo más normal, con poco apegamiento a los protocolos. Incluso, en algunos de esos videos se pueden observar a directivos guindas bajando al graderío para tratar de calmar el ambiente.
Otro de los inconvenientes fue que al ingresar al recinto, los aficionados se aglomeraron sin autoridades o personal que tratara de poner el orden.
Igualmente, en las transmisiones de televisión, se pudo observar a las personas sin cubrebocas y sin guardar la distancia recomendada.
Anthony Joshua dejó en claro la diferencia entre un excampeón mundial y una celebridad convertida en boxeador. El británico venció por nocaut técnico a Jake Paul en el sexto asalto de un combate de peso completo celebrado la noche del viernes en Miami, una pelea que desde su anuncio generó polémica por el contraste de experiencia, tamaño y trayectoria entre ambos contendientes.
El enfrentamiento, pactado a ocho rounds profesionales, despertó críticas por los riesgos que implicaba para Paul, quien llegó con marca de 12 triunfos y una derrota frente a Joshua, dos veces campeón del mundo y con récord de 28 victorias y cuatro caídas. Sin embargo, contra la mayoría de los pronósticos, el estadounidense resistió más de lo esperado y logró extender la contienda hasta bien entrada la segunda mitad.
Desde el inicio, Paul optó por el movimiento constante y el amarre, una estrategia evidente para consumir tiempo y evitar los golpes de poder del británico. Joshua, por momentos impreciso y visiblemente frustrado, tardó en encontrar su distancia, aunque poco a poco fue imponiendo su físico y su alcance.
En el quinto episodio llegaron los primeros momentos realmente críticos para Paul. Joshua conectó combinaciones más limpias, provocó dos caídas y estuvo cerca de finalizar el combate, aunque su rival logró sobrevivir con esfuerzo y algo de teatralidad, incluso recurriendo a gestos provocadores hacia el británico.
El desenlace llegó en el sexto round. Joshua salió decidido, conectó una derecha contundente que envió a Paul a la lona y, tras reincorporarse en evidente mal estado, el estadounidense recibió un uppercut y una nueva derecha al mentón que obligaron al réferi a detener la pelea. Paul terminó con el labio inferior partido, pero consciente y sonriente, reconociendo el cierre inevitable.
Más allá del resultado, el combate dejó sensaciones encontradas. Para Joshua, la victoria confirmó su superioridad sin que el análisis técnico vaya mucho más allá. Para Paul, haber llegado al sexto asalto frente a un peso completo de élite fue visto por algunos como una muestra de valentía y por otros como una peligrosa puesta en escena.
El debate sobre este tipo de cruces seguirá abierto, pero en el ring no hubo discusión. La experiencia y el poder de Anthony Joshua marcaron el final.