Pleitazo traen en el Colegio de Periodistas de Chihuahua, una asociación que había venido cayendo en el desinterés y en el olvido, pero que tomó nuevos bríos cuando un grupo encabezado por el periodista Osbaldo Salvador Ang decidió retomarlo y reorientarlo después de muchos años de ausencia.
Fue desde la elección pasada cuando la planilla encabezada por el también periodista Carlos Coria compitió en una reñida campaña contra la de Salvador. Hubo de todo, pues a la planilla de Coria la acusaban de tener secuestrado el Colegio, de representar a un grupo caracterizado por la opacidad y el desorden, e incluso hubo señalamientos por desvíos de fondos y por utilizar al Colegio de Periodistas como credencial para obtener convenios de publicidad y puestos en medios.
En contraparte, el equipo de Coria atacó al de Salvador acusándolos de ser un ariete del Gobierno del Estado para apoderarse del Colegio de Periodistas, al grado que en redes sociales los llaman ‘los golpistas’. Tras una reñida elección en la que ambas planillas movilizaron a todo su potencial, Coria se impuso por una ligera diferencia y Salvador aceptó los resultados, luego de severas controversias sobre quién podía votar y quién no, pues el padrón era un desastre y mientras a algunos miembros de antaño se les impedía votar o se les reportaba como fallecidos, a algunos jóvenes que no conocían ni en su casa les querían impedir participar pues los acusaban de acarreados.
Pero la verdadera controversia llegó cuando Carlos Coria, semanas después de haber ganado, renunciara a la presidencia del Colegio abruptamente, a través de Facebook, y sin explicarle a nadie las razones (reales) de su decisión, lo cual abrió un cúmulo de sospechas que hasta ahora no se aclaran.
El problema es que la renuncia de Coria fue por Facebook y no formalmente en asamblea, lo cual desató un dolor de cabeza pues la mesa directiva ganadora propuso nombrar presidente y mantenerse en el cargo, mientras que el grupo de Salvador prefirió imponer a un consejo formado por miembros fundadores. Tras una votación, el Colegio rechazó la propuesta de Salvador 19 a 12.
Fue entonces que revivió el tema de dotar al Colegio de nuevos estatutos, más acordes con los tiempos actuales y más inclusivos, que trajeran más orden y le dieran al Colegio mejores herramientas para evitar malos manejos y devolverse sus objetivos principales de profesionalizar y apoyar al gremio. En principio todos estuvieron de acuerdo, pero al final no.
Aún así, Osbaldo acudió a la oficina de Profesiones a registrarlos, acompañado por un puñado de miembros fundadores, y se dieron cuenta que gracias al desorden existente nunca se actualizó el registro de manera que sólo los fundadores eran miembros oficiales, y es por ello que en una asamblea en la que sólo ellos participaron (los inconformes dicen que no los invitaron, pero los realizadores dicen que sí) se aprobaron esos estatutos y se registraron, a la vez que se dio de alta a más de 150 nuevos miembros.
Esta fue la chispa que desató de nuevo la grilla, y las acusaciones de corrupción y malos manejos vuelan en ambos sentidos, en especial contra personajes como Reynaldo Domínguez Maro, quien cobró y se gastó un cheque por 47 mil pesos otorgado por el Gobierno del Estado, en contubernio con un familiar suyo, empleado del banco. Al ser descubierto pidió disculpas, reconoció el desfalco y se comprometió a pagarlo, pero no lo ha hecho y ahora ataca y es atacado, pero se mantiene cercano a Osbaldo.
También hay acusaciones contra expresidentes como Valentín Ramírez, a quién preguntan qué pasó con los 30 mil pesos mensuales que otorgó la alcaldía durante su gestión, los cuales dicen no se reportaron ni se utilizaron. Si revisamos las acusaciones contra ex presidentes no paramos, pues para todos hay, pues traen en chismes de todo tipo a personajes como Ernesto Topete, Dora Villalobos, Alejandro Romero, Lourdes Díaz, Oksana Volchanskaya, Rodolfo Cortés, Pedro Enríquez, Norma Gómez, Sergio Armando López, por mencionar a algunos. El agarrón entre periodistas está bueno.
A fin de cuentas es lamentable que el gremio se divida, sobre todo por cuestiones grilleriles tan baratas, detrás de las cuales dicen hay intereses económicos grandes así como presencia y operación política. Lo óptimo es que se investigue a fondo si hubo desvíos, quién los cometió y que se castigue a los responsables de ilícitos demostrados, pues el Colegio no puede ser refugio de ladrones, si es que los hay.
También debe imponerse la voluntad de los agremiados y no recurrir a los tribunales sin el respaldo de estos. En resumidas cuentas, lo óptimo sería que las partes en disputa se sentaran con ánimo constructivo y resolvieran en asunto con el profesionalismo que el gremio demanda, no con grilla de cuarta, por el bien de todos y todas las profesionales de la información en Chihuahua, por superar divisiones absurdas y por mejorar las condiciones de trabajo y el profesionalismo de los agremiados.
Y tal parece que Juárez tendrá nuevos bríos y se colocará en el ojo mundial ante la inminente visita del papa Francisco a la frontera, un hecho histórico que podría incidir profundamente pues es sabido que este personaje es un líder mundial que lleva esperanza y ayuda a todo lugar que pisa.
Según nos cuentan, el papa Francisco ya trae en la mira a Juárez desde hace tiempo, y si Dios lo quiere, visitará Juárez pronto. La fecha se decidiría a principios de 2016, y ya se cuenta con la invitación abierta del alcalde Enrique Serrano.