En un anuncio de gran relevancia para el deporte global, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para crear un equipo de trabajo en la Casa Blanca con el objetivo de organizar la Copa Mundial de la FIFA 2026.
Este evento, que será coorganizado entre Estados Unidos, México y Canadá, promete no solo ser una celebración del futbol mundial, sino también una oportunidad para consolidar a América del Norte como el epicentro del deporte más popular del planeta.
La firma de la orden ejecutiva por parte de Trump es el primer paso formal en la preparación para el Mundial de Futbol, que se celebrará en menos de dos años.
Este equipo de trabajo, conocido como la “Task Force”, será clave en la coordinación de las diversas actividades y en la preparación de las infraestructuras necesarias para albergar uno de los eventos deportivos más grandes del mundo.
Con el respaldo del gobierno de Estados Unidos, la planificación del torneo parece marchar a buen ritmo, asegurando que la competencia sea un éxito tanto para los organizadores como para los millones de fanáticos que asistirán.
Relación con Gianni Infantino: ¿Una alianza estratégica?
Una figura clave en la organización del Mundial de 2026 es Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien mantiene una estrecha relación con Donald Trump a lo largo de los años.
Infantino estuvo presente en la toma de posesión de Trump, lo que subraya la relación personal y profesional entre ambos. En diversas ocasiones, Trump elogió la capacidad de Infantino para gestionar la FIFA y resaltó su liderazgo en la organización de eventos internacionales.
No obstante, su vínculo cercano generó especulaciones sobre si este tipo de conexiones podrían influir de alguna manera en la adjudicación de las sedes para el Mundial.
¿El Futuro de las sedes de México están en riesgo?
Aunque hasta el momento no existen indicios de que este aspecto afecte directamente a las sedes de México o Canadá, es un tema que podría despertar interrogantes en el futuro, dada la naturaleza política y económica de los eventos internacionales.
A pesar de los fuertes lazos entre Trump e Infantino, la sede compartida del Mundial de 2026 parece estar asegurada, al menos por el momento. Sin embargo, la política internacional y las relaciones entre los países anfitriones podrían afectar la dinámica de las preparaciones.
En este contexto, no se puede descartar la posibilidad de que algunos cambios o desafíos logísticos puedan surgir, especialmente si hay tensiones políticas entre Estados Unidos y los otros países sede, como México.
La Copa del Mundo de 2026 será un evento monumental, con 48 equipos en competencia y miles de turistas internacionales, este torneo representará una oportunidad única para que Estados Unidos, México y Canadá muestren al mundo su capacidad organizativa y su pasión por el futbol.
Sin embargo, mientras la “Task Force” de la Casa Blanca empieza su trabajo, es importante seguir de cerca cómo se desarrollan las relaciones entre los tres países anfitriones y la FIFA.