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Al menos 205 heridos en enfrentamientos entre palestinos y la Policía israelí en el centro de Jerusalén: ¿qué está pasando?

En medio de masivos desalojos, no menos 205 civiles resultaron heridos este viernes al disparar la Policía israelí balas de goma y granadas de aturdimiento contra jóvenes palestinos que lanzaban piedras en alrededores de la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén, comunicó la Media Luna Roja Palestina y recoge la agencia WAFA.

La organización afirmó que 88 heridos, la mayoría de ellos con lesiones en los ojos y la cara, por balas de goma y granadas paralizantes, fueron trasladados a hospitales para recibir tratamiento.

El enfrentamiento se produjo mientras continuaban las protestas en el barrio cercano de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este –donde residen mayoritariamente palestinos, y que incluye un lugar venerado por los judíos religiosos–, contra el desalojo de familias palestinas que supuestamente deberán dejar sus hogares en terrenos reclamados por organizaciones colonizadoras de la zona.

 

En multiples imágenes se puede ver cómo los manifestantes lanzan sillas, zapatos, piedras, botellas y fuegos artificiales, mientras los agentes responden con balas de goma, granadas aturdidoras y gases lacrimógenos y utilizan cañones de agua montados en vehículos blindados.

Así, un video muestra cómo un policía antidisturbios de Israel agrede a un operario de la agencia de noticias Ruptly durante su cobertura de los enfrentamientos. En el clip se oye a un oficial amenazarlo con romper su cámara. El hombre interrumpió brevemente la emisión, pero pronto continuó transmitiendo desde el lugar del enfrentamiento, escribió en Telegram Dinara Toktosúnova, jefa de Ruptly y de RT DE.

Según WAFA, dos periodistas, Fayez Abu Armila y Atta Aweissat, resultaron heridos.

La Policía local dijo que sus fuerzas restablecieron el orden «tras los violentos disturbios en el Monte del Templo, durante los cuales cientos de sospechosos lanzaron piedras, botellas y objetos a los agentes», informa The Times of Israel.

Según las autoridades, al menos seis oficiales resultaron heridos, y uno de ellos se encontraba en estado entre moderado y grave tras ser golpeado en la cabeza con una piedra.

 

La Media Luna Roja Palestina estableció un hospital de campaña en Jerusalén para tratar heridas leves y moderadas y reducir la presión sobre la sala de emergencias de los hospitales.

Mientras tanto, se produjeron también varios arrestos en el barrio de Sheij Jarrah, cuando las fuerzas del orden reprimieron una manifestación.

Además, la violencia aumentó en la Cisjordania ocupada, donde dos palestinos armados murieron y un tercero resultó gravemente herido, en la mañana de este viernes, tras abrir fuego contra una base israelí, informaron las autoridades y reporta Reuters. Tras ese incidente, el Ejército israelí anunció que enviará más tropas de combate a la región.

El Tribunal Supremo de Israel anunció una audiencia en relación con los desalojos de Sheij Jarrah para el próximo lunes, el mismo día en que el país conmemora el Día de Jerusalén, celebración anual de la toma de Jerusalén Este durante la guerra de Oriente Medio de 1967.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel alega que los palestinos están «presentando una disputa inmobiliaria entre partes privadas como una causa nacionalista, con el fin de incitar a la violencia en Jerusalén«. Los palestinos rechazaron la acusación.

Por su parte, el presidente de Palestina, Mahmud Abás, pidió una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar la situación en Jerusalén Este. «He dado instrucciones a nuestro representante [en la ONU, Riad Mansur] para que pida la convocatoria de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, a fin de tomar las decisiones adecuadas sobre Jerusalén. Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que asuma toda su responsabilidad y garantice el fin de la agresión contra nuestro pueblo y contra nuestros lugares sagrados», dijo.

 

Respuesta internacional

Rupert Colville, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, afirmó que los desalojos, «si se ordenan y aplican, violarían las obligaciones de Israel en virtud del derecho internacional» en el territorio de Jerusalén Este que ocupó, junto con Cisjordania, en 1967.

«Pedimos a Israel que detenga inmediatamente todos los desalojos forzosos, incluidos los de Sheij Jarrah, y que cese cualquier actividad que contribuya a crear un entorno coercitivo y que suponga un riesgo de traslado forzoso», declaró este viernes.

Mientras, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jalina Porter, dijo que Washington está «profundamente preocupado por el aumento de las tensiones en Jerusalén». «A medida que nos adentramos en un periodo delicado en los próximos días, será fundamental que todas las partes garanticen la calma y actúen de forma responsable para desescalar las tensiones y evitar la confrontación violenta», añadió.

La Unión Europea, Jordania y los seis miembros del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo también han expresado su alarma por los posibles desalojos.

El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, informó que su país entregó a la Autoridad Palestina documentos que, dijo, demuestran que los palestinos de Sheij Jarrah son los «legítimos propietarios» de sus viviendas. Las «acciones provocadoras de Israel en la Jerusalén ocupada y la violación de los derechos palestinos, incluidos los derechos de los habitantes de Sheij Jarrah a sus hogares, equivalen a jugar con fuego», señaló.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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