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Resto del mundo

Alcalde de NY propone aumentar impuesto a ricos para reparar el metro

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, propuso hoy un nuevo impuesto a las rentas más altas para financiar las reparaciones necesarias en el envejecido metro de la ciudad y ofrecer tarifas reducidas a las personas con pocos ingresos.
Según los cálculos del ayuntamiento, el nuevo impuesto solo afectaría a unos 32 mil neoyorquinos o un 0.8 % de la población de la ciudad.
La medida, según De Blasio, generaría hasta 800 millones de dólares al año y afectaría al bolsillo de menos de un 1 % de la población de la Gran Manzana.
De aprobarse, aumentaría del 3.9 % al 4.4 % el tipo impositivo máximo que pagan a las arcas municipales los individuos con ingresos de más de 500 mil dólares al año y las parejas con más de un millón de dólares.
En lugar de pasar la factura a las familias trabajadoras y a los usuarios de metro y autobús que ya sufren la presión de unas tarifas en aumento y un mal servicio, estamos pidiendo a los más ricos de nuestra ciudad que aporten un poco más para ayudar a llevar nuestro sistema de transporte al siglo XXI», dijo De Blasio.
En los últimos meses, los retrasos y los incidentes se han multiplicado en el metro de Nueva York, lo que ha llevado a las autoridades a declararlo en «estado de emergencia».
Sin embargo, el gobernador del Estado, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad, ambos demócratas, han chocado repetidamente sobre cómo responder y sobre quién debería aportar los fondos necesarios.
El plan presentado hoy por De Blasio utiliza parte del dinero recaudado entre los más ricos para ofrecer abonos de transporte a mitad de precio a hasta 800 mil neoyorquinos de ingresos bajos.
El nuevo impuesto, sin embargo, debe ser aprobado por los legisladores estatales, algo a priori muy complicado dado que el Senado de Nueva York está controlado por los republicanos.

Excelsior

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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