Un nuevo gran incendio en California avanzó el miércoles hacia miles de casas, consumiendo vegetación seca por la sequía y destruyendo una cantidad desconocida de instalaciones, mientras alcanzaba un tamaño de casi 122 kilómetros cuadrados.
Las llamas subieron por las laderas de las montañas de San Gabriel rumbo a la ciudad de Wrightwood, donde las autoridades dijeron que solo la mitad de la comunidad de 4 mil 500 residentes había acatado la orden de evacuación.
Funcionarios calcularon que se habían emitido órdenes de evacuación a más de 34 mil hogares y unas 82 mil personas.
Este no momento para tomar las cosas a la ligera», dijo el jefe de escuadrón Mark Peebles, del Departamento de Bomberos del Condado de San Bernardino.
Si te piden que evacues, por favor evacua», agregó.
Menos de 24 horas después de que el siniestro comenzó a 97 kilómetros al este de Los Ángeles, los bomberos juntaron una flota de 10 avionetas, 15 helicópteros y un ejército de mil 300 bomberos, muchos de los cuales recién terminaron de apagar un incendio que ardió por 10 días al este del nuevo siniestro.
Durante un informe realizado al amanecer, la mitad de los bomberos levantaron sus manos cuando un funcionario preguntó cuántos habían terminado de combatir el incendio previo, uno de los siniestros que han aparecido este año en el norte y sur de California.
VÍAS DE COMUNICACIÓN AFECTADAS
El incendio comenzó el martes por la mañana en Cajon Pass, carretera importante y corredor de trenes situado entre montañas que separan grandes poblados del sur de California del desierto de Mojave al norte.
Muchos tractocamiones estaban estacionados en ambos lados de la carretera, esperando que reabran la autopista 15 y otras carreteras. Tomar rutas alternas significaba desviarse mucho.
Cajon Pass es una ruta importante hacia la región de Los Ángeles y Las Vegas y también sirve diariamente a muchos motoristas que viven en el área del desierto.
La velocidad con la se propagó el incendio asombró a todos que estuvieron a su paso.
Esto avanzó tan rápido», dijo Darren Dalton, quien junto con su esposo e hijo tuvieron que evacuar su casa en Wrightwood.
Fue de, ‘¿Has oído que hay un incendio?’ a, ‘evacuación obligatoria antes de que puedas procesar todo. Esta es una comunidad pequeña y unida. Siempre muy animado. De pronto es un pueblo fantasma», lamentó.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.